Estrenan ‘Santino: el camino del mago’, la primera ópera clown

La noche de este jueves, el espectáculo Santino: el camino del mago, tuvo su estreno mundial en el auditorio del Complejo Cultural Universitario de la BUAP. Para su creador, el compositor y director de orquesta Felipe Pérez Santiago, se trataría de “la primera ópera clown documentada en la historia del arte”, según dijo en una rueda de prensa horas antes del estreno.

Efectivamente, Santino es un espectáculo escénico construido de manera poco usual: cuenta con una orquesta de 41 músicos que interpretan en vivo, sobre el escenario, la música original compuesta específicamente para el show. Se presentan también cuatro artistas circenses —payasos y acróbatas—, integrantes de la compañía Triciclo Rojo, liderada por Emiliano Cárdenas, y dos de los mejores cantantes de este país, Jenny Beaujean y Juan Pablo Villa, que interpretan las líneas de la obra, por cierto no escritas en español ni en lengua conocida alguna, sino en un gibberish intraducible.

La obra cuenta la historia de Santino, un mago que se queda sin sus poderes sobrenaturales y debe viajar al arroyo de la eternidad para recuperarlos.

“Es una metáfora”, explica el artista escénico Emiliano Cárdenas, director y guionista del montaje, “de que cuando perdemos lo extraordinario que hay en nosotros, es nuestra responsabilidad cultivar nuestro ser, nuestro espíritu, nuestra creatividad”.

Para ello, la historia echa mano de tres payasos que representan los tres arquetipos de este arte circense: uno blanco y romántico, interpretado pro el propio Emiliano; uno rojo, que representa la magia de origen oriental, interpretado por el artista vocal Juan Pablo Villa, y finalmente uno negro, que siempre se equivoca y pone en peligro a sus compañeros, a quien da vida en bailarín Tlahui Maza.

El elenco está complementado por Ulises Martínez, la acróbata Paulina Bravo, la cantante Jenny Beaujean y los 41 músicos de la orquesta, que también interactúan, de vez en vez, con el resto de los personajes.

Santino: el camino del mago, obra con la que la compañía Triciclo Rojo celebra sus 16 años de existencia y con la que vuelve a los escenarios después de cuatro de no montar algún espectáculo, busca romper con varios de los cánones que tanto la tradición y el público asocian usualmente con los géneros de la ópera y la música clásica.

Para empezar, Felipe Pérez Santiago, compositor conocido por haber participado en las películas del cineasta Carlos Cuarón, buscó evitar que Santino se realizara con la voz “impostada” que es tradicional en la ópera. Para ello, buscó a dos artistas vocales sobresalientes, amigos suyos de tiempo atrás, pero que nunca habían trabajado en óperas.

La primera de ellas fue Jenny Beaujean, una joven pero conocida cantante de jazz.

“Fue un reto absoluto”, confía Jenny en la rueda de prensa previa al estreno. “En el jazz, la improvisación es algo muy importante y es parte de mi vida diaria, pero en la ópera, en la música de Felipe, es un poco más estricto en ese aspecto. Entonces me ha puesto en forma, me ha puesto a replantear la interpretación a través del scat, que yo uso mucho, pero en otro lenguaje musical. Me gusta mucho expresar desde ese lugar y también desde el lugar corporal, que yo no experimentaba y que nunca en la vida había trabajado de esa manera”.

El siguiente elegido fue Juan Pablo Villa, un respetado artista vocal que despegó en su carrera con su álbum debut, La gruta de baba, de 2007, con el que se posicionó como uno de los artistas de experimentación vocal más interesantes de nuestro país. Creador del Coro Acardenchado, un ensamble vocal que ha obtenido inspiración de la canción cardenche, uno de los géneros populares de mayor tradición en México, Juan Pablo Villa ha sido también formador de varias generaciones de cantantes mexicanos.

Para este artista el teatro no es una disciplina ajena, pero Santino: el camino del mago ha significado una nueva veta en su carrera.

“Esta obra, para mí”, dice, “pone en la mesa muchos elementos que disfruto: por un lado, la corporalidad, que me encanta hacer machincuepas y hacer de mi cuerpo un instrumento para trabajar, subirme a la patineta, y cosas que sigo haciendo a mi edad, que hacía desde joven. Esta obra me permite explorar esa parte con mi cuerpo y, por supuesto, habitar la pieza sonora con la música de Felipe. Me fascina. No soy ajeno a la forma que tiene Felipe de componer, porque hemos cantado ya algunas piezas con él. Hay un reconocimiento rápido tanto de él con sus intérpretes como de sus intérpretes con el compositor. Entonces, se hace una sinergia mágica, interesante y poderosa”.

Santino es la primera oportunidad que ambos cantantes tienen para trabajar juntos, lo cual consideran como un sueño cumplido.

“Yo considerando a Jenny como una de las grandes cantantes”, continúa Juan Pablo Villa frente a los representantes de los medios, “que me conectan espiritualmente y energéticamente con lo que sí deseo como cantante, y es un sueño que se nos hace realidad, poder compartir la escena con esta maravillosa compañía, en esta puesta en escena que me llena de magia, amor y le da sentido nuevamente al arte, a todo lo que atravesamos”.

Otro de los aspectos tradicionales con los que Felipe Pérez Santiago, egresado del Conservatorio de Rotterdam, buscaba romper en Santino es el segundo plano al que las orquestas son típicamente relegadas en los espectáculos de ópera, confinadas al fondo del foso. En esta obra, los 41 músicos de la orquesta conviven con los intérpretes escénicos sobre el escenario.

“Yo tengo una campaña enorme en contra del foso orquestal”, explica al respecto el compositor. “Casi que voy a hacer una fundación en la que seré el presidente, el secretario y el único miembro, porque me parece que la orquesta es una de las formaciones más bellas que existen. Ver a 41 músicos, entre cuerdas, maderas, metales y percusiones, ver la danza de los arcos tocando juntos, los alientos respirando juntos, lo brillante de los metales, el baile de las percusiones, es una cosa bellísima, como para tenerlos en el foso”.

En el caso de la orquesta que acompaña al montaje en sus funciones en Puebla, se trata de una ramificación del ensamble Vórtice Orquesta, fundada por Felipe en la Ciudad de México. El violista Gerardo Aponte se encargó de formar, con algunos músicos locales, el equipo que se encarga de interpretar la música en esta ciudad.

Al respecto, Felipe Pérez Santiago explicó que Vórtice Orquesta es una formación de música clásica que “toca todo menos música clásica”, es decir, un ensamble orquestal dedicado a producir música para proyectos disímiles, experimentales o que cruzan las líneas de los géneros tradicionales, como es el caso de Santino: el camino del mago.

“Hemos sido muy fieles a nuestra idea”, dice el músico, “porque creemos que la orquesta, la música de cámara, la música acústica, es una cosa bellísima pero siempre está ligada a las salas de concierto tradicionales, a la música tradicional, a interpretar a Mozart, Beethoven, Brahms, Tchaikovsky, lo cual está muy bien, qué bueno que siga viva esa tradición y esperemos que nunca muera, (…) pero la orquesta es un organismo vivo y tiene que evolucionar a la par de la música y el arte y de la sociedad y la comunidad”.

Finalmente, para los integrantes de este montaje, Santino: el camino del mago es una buena oportunidad para que niños, niñas y adultos, después de los dos años de confinamiento que ha significado la pandemia de covid-19, vuelvan a sentir la magia de los escenarios y se despeguen por un momento de las pantallas, que ha sido la fuente de entretenimiento para muchos durante este difícil periodo.

Santino: el viaje del mago se presentará hoy viernes 29 de abril a las 19 horas en el auditorio del Complejo Cultural Universitario. Las entradas están disponibles a través de la plataforma Super Boletos.