Todos los miércoles de junio, el foro teatral Puro Drama será sede de un nuevo montaje, titulado Vagabundo, que aborda el tema de la soledad desde un trabajo interdisciplinario que mezcla diversas técnicas escénicas, como la farsa y la danza butoh.
La farsa es un género teatral que se caracteriza por plantear una crítica social echando mano de interpretaciones exageradas y de un lenguaje coloquial, mientras que la danza butoh es una práctica proveniente de Japón mediante la cual los actores representan un tema doloroso recurriendo a movimientos corporales excesivos.
El escritor y protagonista del montaje, José Luis Cruz Bueno, utiliza peluca y barbas falsas durante toda la historia, según explicó en entrevista con LUMBRERAS, esto con la finalidad de generar una disociación en el escenario que contraponga la realidad con la ficción, así como la naturalidad con los artificios utilizados por el personaje.
“Básicamente”, explica el actor y dramaturgo, “Vagabundo habla sobre la soledad, abordada desde la raíz de una persona que no tiene nada más, que solo se tiene a sí mismo y que se ha dejado caer y empieza a recordar cosas del pasado”.
Vagabundo gira en torno a una persona olvidada que busca su camino en un mundo en el que aparentemente ya nada queda por ofrecerle, hasta que un accidente revolverá su ser para demostrarle que todavía le quedan cosas por vivir.
Se trata de un montaje unipersonal que José Luis escribió hace casi dos años, a la par del inicio de la pandemia del nuevo coronavirus. Tras dejarlo a la deriva por un tiempo, el dramaturgo lo redescubrió y le hizo algunas adaptaciones, para posteriormente presentárselo a Yonatan Ramírez, quien asumió el trabajo de dirección y dotó al texto de elementos poco conocidos en el país, pues cuenta con estudios de posgrado en dirección escénica en Francia.
Vagabundo tiene un ritmo al que José Luis Cruz Bueno llama “contemplativo”, pues muestra escenas largas y minimalistas.
“Para mí fue bien complejo quedarme sentado solo”, cuenta el actor, “hablando hasta por quince minutos, lo que te obliga a realizar una contemplación del espacio, de los elementos teatrales y hasta del actor mismo”.
Las obras teatrales unipersonales siempre son un desafío para los actores, confió José Luis, porque les exige transitar por diversas emociones, como la soledad, la tristeza o la alegría.
El actor y dramaturgo reveló que Vagabundo es el segundo de cuatro montajes unipersonales en los que se encuentra trabajando y que espera que cuenten con la dirección de un profesional del teatro distinto.
Si bien Vagabundo incluye algunas anécdotas personales en la dramaturgia, no se trata de una historia autobiográfica.
Sobre la decisión de delegar la dirección, José Luis explicó que las compañías y los histriones deben estar dispuestos a retroalimentarse con las perspectivas de otras personas. Por ello, consideró que es urgente acabar con los egos personales, así como “abrir” a la comunidad teatrera.
Por cuestiones prácticas, la musicalización de la obra está a cargo del propio dramaturgo, aunque no se trata de composiciones originales o hechas recientemente, sino de partituras guardadas hace diez años que José Luis rescató de su archivo.
La cuota de recuperación para ver Vagabundo es de 150 pesos por persona, y los boletos pueden adquirirse marcando al 22 24 89 08 20 o escribiendo a la plataforma de Puro Drama.