Centro cultural independiente denuncia amenazas e intimidación

El Centro de Bienestar de Xonaca, un espacio cultural independiente gestionado por vecinos en el interior de una vieja e inmensa casona que estuvo abandonada por años, está siendo víctima de acoso, intimidaciones y amenazas de desalojo por parte de un sujeto cuyas intenciones no quedan claras hasta ahora, según denunciaron los gestores del espacio.

Aunque estos actos de intimidación se remontan a octubre de 2021, se recrudecieron el pasado lunes 11 de abril, cuando este sujeto, que se ha identificado como abogado sin acreditarse debidamente, se presentó al centro cultural con una cizalla con la que intentó fallidamente violar los candados.

Ante esto, los representantes vecinales hicieron un llamado a las autoridades locales y estatales a poner sus ojos en el Centro de Bienestar de Xonaca, ante lo que consideran que podría escalar a actos de intimidación y violencia de mayores dimensiones.

La historia

En décadas pasadas, según recuerda uno de los actuales gestores del centro cultural, de más de 70 años de edad, el inmueble ubicado en el número 2005 de la avenida 22 Oriente fue habitado por una familia honorable que permitía a los niños ingresar a sus patios interiores a recoger frutos de los perales.

En los años 90, sin embargo, la casona fue deshabitada y comenzó a ser ocupada por una sucursal de una conocida cadena mexicana de restaurantes. Unos quince años después, cuando el restaurante cerró, la amplia casona, de grandes patios y habitaciones, quedó en el abandono. Los maleantes de poca monta del barrio la utilizaron de guarida y escondite, lo que provocó rápidamente que sus alrededores se convirtieran en foco rojo de asaltos y acoso. Los asaltantes, cuentan los vecinos, cometían sus fechorías en la 22 Oriente y luego atravesaban el escondite para escapar como si nada por el bulevar Xonaca.

Fue entonces cuando un grupo organizado de vecinos decidió tomar el inmueble, limpiarlo y okuparlo.

El espacio estaba tan dañado que incluso habían sustraído de él la piedra cantera que recubría los pisos y cada lampara, loza y objetos de valor en su interior. Así nació, de manera oficial en febrero de 2018, el Centro de Bienestar de Xonaca. Una nota del diario El Sol de Puebla, de entonces, titulaba: “Vecinos de Xonaca convierten guarida de delincuentes en centro cultural“.

El sitio comenzó como un espacio para la impartición de talleres artísticos, regularizaciones escolares y otro tipo de actividades vecinales. A la larga, y ante la limitada oferta cultural del barrio de Xonaca, este se iría transformando en un punto de encuentro y de gestión e integración comunitaria. En sus más de quince talleres, el Centro de Bienestar de Xonaca atiende a más de doscientos vecinos de todas las edades: desde los más pequeños hasta los de la tercera edad.

Además de sus talleres de bordado, cartonería, tallado en madera, serigrafía, creación de calaveras gigantes, teatro, música, danzón y muchos otros, el centro cultural cuenta con biblioteca, huertos, espacios recreativos, cocina y auditorio. Es gestionado por vecinos organizados que no reciben beneficios económicos ni salarios por su labor.

El acoso

Poco tiempo después de que los vecinos de Xonaca comenzaron a okupar el inmueble abandonado, el propietario del mismo se puso en contacto con ellos y, al atestiguar su labor, dicen, les permitió permanecer en él con la condición de que no realizaran actividades con fines de lucro.

La situación legal del inmueble, sin embargo, siempre ha permanecido en la incertidumbre. Al estar ubicado en la misma manzana donde se encuentra el supermercado Bodega Aurrerá, y al tener acceso al mismo estacionamiento que este, la casona se convierte en un lugar privilegiado.

Fue en octubre de 2021 cuando los vecinos del centro cultural recibieron la primera visita de un hombre que se identificó con el nombre de José Leopoldo Trujano Acevedo, quien les aseguró ser abogado, sin acreditarse debidamente. Este hombre aseguró, ante los gestores culturales, ser representante legal del consorcio comercial Walmart —al que pertenece Bodega Aurrerá— y exigió su desalojo. Al no llevar consigo documento alguno que sustentara sus dichos, los vecinos se pusieron en contacto con el representante legal del propietario de la casona y el supuesto abogado se retiró.

El 31 de marzo, sin embargo, el hombre volvió, y desde entonces se ha presentado en tres ocasiones más.

Aunque su discurso ha cambiado y sus versiones no empatan con lo que les dijo de inicio, sí han estado cargadas de amenazas e intimidación: los ha amenazado con denunciarlos por el delito de despojo, ha llegado acompañado de otros sujetos que se presentan como policías ministeriales, también sin la debida acreditación, y con trabajadores de seguridad privada.

En su última visita, tras la cual los vecinos decidieron denunciar su situación ante los medios de comunicación, el hombre se presentó con una cizalla con la intentó romper los candados del centro cultural. Cuando los vecinos lo increparon, este les dijo que solo quería entregar un documento.

En cada ocasión, los vecinos han llamado en auxilio a la Policía municipal, cuyos elementos siempre les han dado la razón ante la falta de documentación del supuesto abogado.

Hasta este punto, los gestores del Centro de Bienestar de Xonaca desconocen qué podría estar ocurriendo o los intereses que motivarían a este hombre para amedrentarlos, pero coinciden en que el valor del inmueble podría convertirlo en objeto de disputa.

Por todo lo anterior, hacen un llamado a las autoridades para que atiendan esta situación y no permitan que esto devenga en una situación de violencia más grande, de manera que ellos puedan seguir llevando a cabo las actividades de gestión cultural, educación e integración comunitaria que por más de cinco años han sostenido al Centro de Bienestar de Xonaca.

Puedes brindar tu solidaridad al Centro de Bienestar de Xonaca firmando una carta abierta que encontrarás en sus redes sociales y manteniéndote al tanto de los avances del caso en la misma vía.