La novela histórica Piel de ébano (2020), del escritor colombiano Marco T. Robayo (Bogotá, 1961), que trata sobre una mujer esclava en Cartagena de Indias durante el siglo XVIII, está disponible para venta en las BUAP Librerías, informó el Complejo Cultural Universitario (CCU) por medio de un boletín.
Según el comunicado, el autor, en una reciente visita al CCU, comentó que dar vida a Manuela, la protagonista de la historia, le enfrentó a varios retos de documentación: primero, a desarrollar el personaje con el apoyo de una psicóloga, para definir sus rasgos, y, segundo, a realizar una investigación en el Archivo General de Indias, en Sevilla, España, y en los censos de Cartagena de Indias de 1777 para ubicar la historia en un tiempo y un espacio.
La novela histórica de Marco T. Robayo gira en torno a Manuela, hija de una mujer afrodescendiente que muere al darla a luz. La protagonista, que queda bajo el yugo de un hombre blanco, emprende una búsqueda para descubrir quién es su padre, pero alrededor de la historia de su madre se esconden muchos secretos.
“Busco darle esa participación a la mulata”, explicó el autor, “no sólo ver Cartagena de Indias en el siglo XVIII, sino cómo se vería desde la óptica de una mujer, que históricamente no ocurre porque generalmente la historia la contaban escribanos, hombres. La mujer no tenía ningún tipo de participación, y menos una mujer mulata”.
El también autor de la novela histórica El gran genocidio (2018) añadió que este género literario le permite llenar vacíos históricos con partes de ficción.
“Nos hace ver la historia de una forma diferente”, dijo, “porque abordamos de una forma compleja el drama, la aventura y la ficción de los personajes en esa cotidianidad que tenía Cartagena de Indias”.
Piel de ébano, publicado por SB Editorial, aborda el esclavismo que se irrigó por toda la sociedad americana, y mezcla con personajes de la política y la corte española con los protagonistas.
Finalmente, el escritor colombiano sugirió que las mujeres del siglo XXI podrán identificarse con su historia, aunque haya una brecha de tres siglos, pues “la esclavitud sólo cambió de nombre”.