El artista multidisciplinario Nereo Zamitiz exigió al secretario de Cultura de Puebla, Sergio Vergara Berdejo, el pago de 9 mil 400 pesos que la dependencia le adeuda por la impartición de un taller de creación de sellos llevado a cabo en el municipio de Tepeyahualco en febrero pasado, como parte del programa Caravanas Culturales y ante más de trescientos niños y niñas.
Este martes, el artista integrante del colectivo La Pesera se apersonó durante la jornada de “Martes ciudadano” en el edificio conocido como Tesoros de la Catedral, perteneciente a dicha secretaría, donde vio la oportunidad de hablar cara a cara con el funcionario estatal para sumarse a la exigencia de artistas, colectivos y trabajadores que en semanas pasadas han denunciado públicamente el retraso o incumpliento en sus pagos.
“En las caravanas de febrero”, narró el artista frente a Sergio Vergara y varios representantes de los medios, “tuvimos la oportunidad de ir a Tepeyahualco, cumplimos con todo el papeleo, y es la hora en que no nos reciben (…) Hoy cumplimos tres meses del calendario, sesenta días hábiles”.
“No”, interrumpió el secretario de Cultura, riendo. “Hay cinco meses que no pagamos”.
Entre titubeos, Sergio Vergara explicó al artista que el retraso en su pago se debe al cambio de equipo en el área administrativa de la secretaría, pues apenas en febrero pasado Gissella Parra Rojano ocupó este espacio, y lo instruyó a acudir a dicha área con evidencias de su trabajo en Tepeyahualco para solicitar su remuneración.
“A ver, te explico”, siguió el funcionario estatal: “hubo un cambio de administración, no de administración de nosotros, (sino) de la administración de Cultura, y automáticamente se puso a revisar todo y no había ejecutado los pagos, exactamente de ya cinco meses, y ahora ya se hizo un calendario para los pagos. Tú lo que tienes que hacer es verlo con Jaime, ir con la administradora Gissella y decirle a ver dónde estás apuntado, porque tú cumpliste con tu trabajo (sic)”.
“Bueno, en ese sentido”, reviró el artista, “se supone que la administración pública tiene que ser eficiente con los recursos”.
“Pero yo te digo cómo funcionamos”, dijo Sergio Vergara: “la administración programa los pagos, no los programo yo, yo nomás acepto que ustedes vayan a los eventos”.
“Pero nosotros, como artistas, hacemos un servicio y recibimos un pago. Usted, como arquitecto, sabe que en cualquier obra incluso hay pagos por anticipado”.
“El pago se va a hacer”.
“Sí, pero ya son tres meses. Nosotros invertimos”.
“Hay gente”, admitió el secretario, “que tiene hasta cinco meses (de adeudos)”.
“Sí, pero eso no es justo”, respondió Nereo. “Es una falta de respeto al artista y falta de respeto a la sociedad (…)”.
“Es parte de la administración”.
“(…) Nosotros no tendríamos por qué estar viendo administrativamente errores…”.
“Tú no lo estás viendo. Es la primera vez que yo te veo a ti”, espetó el funcionario ante el artista con más de dos décadas de trayectoria, reconocido entre la comunidad artística local por su trabajo en disciplinas como la fotografía, el arte sonoro, el videomapping y los lenguajes conceptuales.
Luego de varios intercambios de palabras, el secretario de Cultura se comprometió a dar seguimiento al caso particular del colectivo La Pesera y aseguró que su pago quedará cubierto antes del transcurso de una semana. En el debate, Nereo Zamitiz lamentó haberse visto orillado a acudir en persona a un encuentro con el titular de la dependencia para que su caso fuese tomado en cuenta.
“Hubieras venido antes a verme a mí”, le respondió Sergio Vergara.
Más adelante, el secretario le pidió recordar quién fue el funcionario en específico que concretó su contratación y que reclamase a esa persona en particular por el retraso en su pago, a pesar de que Nereo insistió que en su documentación la figura que contrató sus servicios no fue otra sino la Secretaría de Cultura.
Crisis administrativa en Cultura
La anterior es apenas la última escena de una serie de eventos que han evidenciado de manera pública lo que pareciera ser una crisis administrativa al interior de la Secretaría de Cultura, lo que ha desatado a su vez la aparición de versiones diversas sobre lo que estaría ocurriendo al interior de la dependencia.
El pasado 24 de abril, el artista plástico Ángel Chánez, mejor conocido por su álter ego Conejo Muerto, un personaje de ilustración satírica, informó mediante sus redes sociales que se había visto forzado a cancelar un taller de cómic que daría a través de la secretaría, debido a que aún esperaba el pago de un taller previo.
“Fue una decisión mía debido a la falta de seriedad por parte de la Secretaría de Cultura de Puebla”, escribió el ilustrador en sus redes. “Entre modificaciones a la factura y cancelaciones, no han podido concretar el pago del primer taller impartido durante los meses de febrero y marzo del año en curso (…) Seguramente no soy el único afectado, y estoy consciente de que no es la primera vez que pasa, al contrario, es una constante en la Secretaría de Cultura el retraso en pagos, me parece importante nombrarlo y dejar de normalizarlo”.
A partir de esta publicación, otros artistas, incluido el colectivo La Pesera, manifestaron encontrarse en situaciones similares a la de Ángel Chánez y estar en espera de pagos de talleres o prestaciones de servicios realizados desde enero de este año.
Solo un día después de esta denuncia, el periodista Fermín García reveló en su columna “Cuitlatlán”, publicada en el diario La Jornada de Oriente, que la Secretaría de Cultura tendría un adeudo de cuatro meses de salarios con alrededor de cuarenta trabajadores subcontratados por la dependencia y a quienes se les habría sometido a una serie de exigencias burocráticas atípicas para devengar sus salarios.
Aunque Sergio Vergara esperó dos semanas para emitir un pronunciamiento sobre la versión anterior, a partir de entonces comenzó una serie de declaraciones discordantes o que posteriormente fueron desmentidas.
El 8 de mayo, por ejemplo, el titular de la Secretaría de Cultura sostuvo que todos los pagos pendientes habían sido ya solventados. Como consta en diversas notas periodísticas y videos, el funcionario estatal declaró luego de la presentación de un libro editado por dicha dependencia que “ya está todo totalmente pagado”.
“No se paga si no tienen la documentación”, dijo aquel día Vergara Berdejo. “Inmediatamente que salió eso, yo hablé con ellos personalmente, les pedí su documentación, completaron la documentación, e inmediatamente se les pagó”.
Para el 11 de mayo, sin embargo, un testimonio anónimo recogido por la periodista Paula Carrizosa de La Jornada de Oriente pondría en duda la afirmación del funcionario: un trabajador de la dependencia aseguró a dicho medio que el adeudo seguía vigente y que ascendía a unos 30 mil pesos. Cinco días más tarde, el 16 de mayo, la misma reportera informó que cinco de los trabajadores inconformes habían sido despedidos de la dependencia.
En una entrevista con el periodista Jaime López, colaborador de esta revista digital, Sergio Vergara intentó justificar el cese de estos empleados señalando que no fueron despedidos, sino que se retiraron de la dependencia por voluntad propia luego de no recibir su salario por cinco meses.
Además, si bien días antes había señalado que los adeudos ya habían sido cubiertos, esta vez Vergara Berdejo aseguró que estos se solventarían antes de finalizar mayo, e incluso sostuvo que el área administrativa de la secretaría ya tenía un calendario programado con las fechas en que se pagaría a cada uno.
“No hay despidos, ¿eh?”, señaló entonces el funcionario. “En realidad, ellos, en un momento dado, cuando vieron que no salían los pagos, se retiraron, y al final, al retirarse, empiezan a perder su forma de pago automáticamente. Ya lo estamos revisando. Antes de fin de mes salen todos los pagos. Todos los que estaban anteriormente ya se programaron, ya están en una lista, ya puedes ir a administración y ahí está cuándo les tocan los pagos de todos los proveedores. Toda la gente de capítulo 3000 ya también está registrada y toda la gente que está peleando unos pagos ya también está registrada”.
Y, mientras, los artistas
Este martes, el artista Nereo Zamitiz salió del edificio conocido como Tesoros de la Catedral con la esperanza de que la Secretaría de Cultura solventará en menos de una semana el pago para su colectivo, La Pesera, luego de tres meses de haber impartido el taller de sellos en Tepeyahualco.
En medio de disputas políticas y versiones sobre el origen de la inestabilidad en la secretaría, el artista lamenta que sean los prestadores de servicios quienes paguen el precio de las circunstancias. El incumplimiento de su remuneración en tiempo y forma, por ejemplo, obligó a La Pesera a detener o pausar sus proyectos artísticos, como es el caso de la construcción de un taller de impresión con tipos móviles que tenían en mente para este mes. Luego de exponer públicamente a la secretaría, Ángel Chánez recibió el pago de su taller pero prefirió no continuar con la realización de uno más en el periodo de primavera.
“En muchos casos”, dice Nereo, “los grupos sí dependen al cien por ciento de estos ingresos. Entonces, cuando te los retrasan y tú ya tienes programado un proyecto en el que tienes que invertir, o tienes que ir a un lugar, pagar viáticos, se suspende. Nosotros generalmente lo utilizamos para comprar más material o armar proyectos más grandes que incluyan impresiones”.