Los egresados de la primera generación del programa de maestría en Estudios y Producción de la Imagen, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), presentarán los resultados de sus proyectos de investigación-creación, en los que abordan diversas problemáticas sociales desde producciones visuales y audiovisuales, a partir del sábado 11 de noviembre en el foro cultural Casa Olinka (18 Sur 5937, San Manuel).
Los trabajos, que se inscriben en géneros como el documental, el videoarte, el fotolibro y el ensayo fotográfico, abordan temáticas igualmente diversas, como el clasismo y el racismo en México, la vejez en las mujeres, la salud mental, la diversidad corporal, la discapacidad y el analfabetismo.
“La maestría”, explica el académico Alejandro Jiménez Arrazquito, coordinador del programa, en entrevista con LUMBRERAS, “tiene entre sus propósitos observar a la imagen, tanto fija como sonora y en movimiento, como un instrumento para investigar, por un lado, sobre las problemáticas sociales en Latinoamérica, y por otro lado ser una herramienta que haga propuestas de solución a esas problemáticas, siempre tomando en cuenta la diversidad sociocultural de la región”.
Para leer la nota de LUMBRERAS sobre el libro ‘Diálogos con el cine documental poblano’, del que Alejandro Jiménez Arrazquito es co-autor, puedes ingresar a este enlace.
El programa, de creación reciente y de tipo profesionalizante, y que se adscribe al mismo tiempo a las facultades de Ciencias de la Comunicación y de Artes de la universidad, arrancó con su primera generación apenas en agosto de 2021, por lo que su primer grupo de estudiantes finalizó sus proyectos de grado apenas pocos meses atrás.
Estos proyectos, según explica Jiménez Arrazquito, también colaborador de LUMBRERAS, se sustentaron en una investigación académica que llevó casi dos años de trabajo, misma que sirvió de fondo para la conceptualización de los productos, entre los que hay también videoensayos y series de carteles de difusión científica.
“Todos estos proyectos”, ahonda el coordinador del posgrado en entrevista, “tuvieron un proceso de dos años de realización. Son proyectos de investigación-creación en los que los estudiantes fundamentaron sus propuestas en términos académicos a partir de ciertas teorías y conceptos, además de una propuesta metodológica que diera rigor al proceso de creación. De esta manera, no son creaciones que surgieron únicamente por un proceso creativo, sino que obedecen a un proceso investigativo en el que fueron asesorados por tres docentes que los acompañaron en el proceso, y por supuesto por todas las materias que cursaron, que también fueron apuntalando las propuestas”.
Los proyectos
La presentación de los proyectos arrancará este sábado 11 a las 19 horas con la inauguración de dos exposiciones que permanecerán en las instalaciones de Casa Olinka hasta el 24 de noviembre. Se trata, por un lado, de Diversidad corporal en la imagen fotográfica: signos en el cuerpo, de Ernesto Espejel, una serie fotográfica que retrata hombres de corporeidades no hegemónicas y diversos entre sí en apariencia física, discapacidad y expresión de género.
La segunda exposición, a cargo de Yaraset Iraís Ramírez y que lleva por título Ilustración científica empleada como herramienta lúdica para el aprendizaje científico, surgió del análisis de la experiencia lúdica que puede provocar la ilustración científica, para identificar de qué manera los espectadores se apropian del conocimiento y cómo esto les ayuda en su aprendizaje.
Ese mismo día se presentará el performance dancístico Kinemaia Lab Performance, de Aníbal Castelán Escoto, así como la pieza de videoinstalación Metamorfosis, de Luz del Alba López. El primero de estos proyectos es descrito como una exposición inmersiva que cuenta con improvisación escénica interdisciplinaria con retroalimentación in situ.
Metamorfosis, por su parte, es una instalación artística cuyo elemento central es un video monocanal de tres minutos de duración surgido de una investigación etnográfica mediante la metodología participativa feminista con mujeres de la tercera edad. En esta pieza de videoarte, se profundiza en los significados de la vejez femenina y se cuestionan los estereotipos alrededor de este sector poblacional.
Posteriormente, del lunes 13 al miércoles 15 de noviembre a las 19 horas se realizarán las proyecciones de los proyectos en video. El lunes tendrá lugar la presentación del videoensayo Mi piel en el cine, de Alan Tapia, en el que se explora la relación entre el clasismo y el racismo en las producciones comerciales del cine mexicano contemporáneo.
Esta obra, que echa mano de material de archivo de diversas películas mexicanas de los últimos años, expone cómo se construyen los discursos clasistas asociados al color de la piel en el cine mexicano, y de qué manera esto impacta en la construcción de imaginarios y en la autopercepción de los individuos.
El martes 14 a las 19 horas tocará el turno al cortometraje documental Bladimir: fuera del molde, de Abisaí Hernández, que sigue a un joven con síndrome de Down en una comunidad rural de Oaxaca, lo que permite indagar en la manera en que se vive la discapacidad en dicho contexto.
El documental Así fui, de Alejandra Acevedo y que se presentará el miércoles 15 a la misma hora, aborda la importancia de la alfabetización partiendo de la experiencia de vida de Gloria Hernández, una mujer que aprendió a leer y escribir en la edad adulta.
Este documental muestra los resultados de un trabajo colaborativo en el que se buscó mostrar las experiencias de una persona no alfabetizada para sensibilizar y reflexionar sobre los imaginarios que existen en torno a este tema. A lo largo del documental, Gloria narra las dificultades y la discriminación a las que se enfrentó antes de aprender a leer y escribir.
Finalmente, el lunes 20 de noviembre a partir de las 19 horas se llevarán a cabo las presentaciones de los tres libros resultantes del programa de maestría: los fotolibros El inevitable peso de la memoria, de Héctor Morales, y José de Jesús Rosales Toriz: entre la luz y la oscuridad, de Daniel Peláez Urcid, así como el libro ilustrado Las primeras palabras en nahuat de Bety y Lalito, de Karla Carreón.
El primero de ellos es una narrativa visual biográfica que se centra en el trastorno de depresión de una mujer, mientras que el segundo surgió del trabajo de rescate del fondo fotográfico de José de Jesús Rosales Toriz. El último es un libro infantil ilustrado con base en el método Montessori que tuvo el objetivo de enseñar algunos aspectos básicos de la lengua náhuatl a niños de una comunidad indígena del municipio de Cuetzalan.