La mesita del comedor (2022), el más reciente largometraje del realizador español Caye Casas, mismo que se proyectará en la cinemateca Luis Buñuel (5 Oriente 5, Centro) durante varias fechas de febrero con entrada libre, es una obra de terror que evita los elementos arquetípicos de dicho género.
Lo anterior significa que los protagonistas no tendrán que lidiar con entes espeluznantes ni con zombis apocalípticos. En contraste, la trama se centra en una situación cotidiana que podría ocurrirle a cualquier persona, pues sigue a una pareja de mediana edad que acaba de tener a su primer hijo, pero que sufre una estocada del destino debido a una decisión que cambiará su relación.
Protagonizada por David Pareja y Estefanía de los Santos, La mesita del comedor atrapa la atención de la audiencia gracias a su buen ritmo y horror psicológico.
Ello muestra el buen oficio del cineasta para entrelazar secuencias repletas de tensión y personajes extravagantes, entre los que resalta un vendedor acosador y una adolescente obsesionada con el protagonista.
A decir del director, que ofreció una entrevista a LUMBRERAS, el filme tiene diversas capas o interpretaciones y varios temas, por ejemplo, la crisis que atraviesa una pareja. No obstante, Caye Casas subrayó que la principal intención de él y su coguionista, Cristina Borobia, fue retratar los golpes extremos e incontrolables de la vida.
Eso último es ejecutado con éxito al llevar a límites extremos a la pareja estelar y, además, incluir atinadas dosis de humor negro.
Aunque La mesita del comedor no es apta para todos los estómagos por sus incorrecciones políticas, es justamente esto lo que la hace una propuesta distinta, recomendable, que se rebela a muchos cánones.
La mesita del comedor ha obtenido más de una veintena de galardones en el mundo y tuvo su estreno en México en el Festival Macabro de 2023.
En Puebla, tendrá cuatro funciones: los días 7, 20, 28 y 29 de febrero en los horarios que puedes revisar en el cartel que encontrarás más adelante en esta nota.
A continuación puedes ver la entrevista completa de LUMBRERAS con Caye Casas sobre ‘La mesita del comedor’. Si lo prefieres, puedes leerla a partir del siguiente párrafo.
LUMBRERAS: La mesita del comedor, ya tuve la oportunidad de verla en el Festival Macabro, y créeme que las reacciones, la gran mayoría, fueron de aceptación, todos pegados ahí en la butaca. Me gustaría conocer, en primer lugar, el proceso de creación, porque tú eres también el guionista. ¿De dónde surge la idea principal de La mesita de comedor?
Caye Casas: Pues, mira, con Cristina Borobia, que es la coguionista, lo que queríamos hacer era una película terrorífica, pero que no fuese de terror ni tuviese los clichés de terror, y entonces, preguntándonos a nosotros qué es lo que nos daba más miedo en la vida, llegamos a la conclusión de que lo que más nos aterrorizaba era cuando la vida te golpea y tienes un destino cruel, tienes muy muy mala suerte, y entonces ahí descubres que el infierno existe, que el infierno puede ser real y que si la vida te maltrata, puedes llegar a vivir situaciones realmente caóticas, terroríficas, mucho más que con fantasmas, monstruos, etcétera. Y eso es básicamente la base de construir una historia como La mesita del comedor: nuestros propios miedos.
LUMBRERAS: ¿Y esa historia cuándo empezó a escribirse y cuándo se concluye el guion? ¿Cuándo es la grabación?
Caye Casas: El guion se concluye poco después de yo acabar de rodar mi primera película, más o menos unos cuantos meses después de acabar de rodar Matar a Dios, que fue mi primera película. No salían trabajos, no salían proyectos, y entonces decidimos escribir un guion de una película que fuese muy barata de rodar, que se pudiese hacer en muy pocos días, con muy poca gente, con pocos actores, y en una localización. Ese fue básicamente lo que nos hizo hacer y escribir una película tan pequeña, en tema de recursos, como La mesita del comedor. Luego, rodarla ya fue tan infernal o más como la historia que explicamos, porque la rodamos en diez días en el piso de una amiga nuestra, con muy pocos recursos, con un equipo técnico súper reducido. Fue realmente una aventura.
LUMBRERAS: Y hablando justamente de “la mesita de comedor”, ¿dónde la consiguieron? ¿Sí fue complicado?
Caye Casas: Bueno, Cristina Borobia, aparte de la guionista, también es la directora de arte, y lo que queríamos era encontrar una mesita del comedor que tuviese personalidad, que fuese cutre, que fuese kitsch, pero que quien la viese se acordase de esa mesita, que no fuese la típica mesita del comedor que tenemos todos o muchos. Estuvimos buscando y no encontrábamos exactamente lo que queríamos, hasta que un amigo nuestro, que es coleccionista de antigüedades, fuimos a su almacén, que tiene una especie de almacén, y allí vimos esta. La tenía ahí, retirada, en el medio del almacén, olvidada, y le dijimos: “ostia, ¿nos vendes esta mesita?”. No era de color oro, ni tenía cristal ni nada. Era de color yeso, era blanca, y era tan horrorosa que cuando le dijimos si nos la daba, él realmente dijo: “ya os las podéis llevar; yo la iba a tirar”. O sea que la mesita del comedor la conseguimos gratis.
LUMBRERAS: Oye, pero justamente este objeto, la mesita, pues es un pretexto. ¿Tú crees que una de las críticas principales es que se muestra a un matrimonio en decadencia, en crisis? ¿O cuál crees que es para ti la idea central?
Caye Casas: Bueno, yo creo que La mesita del comedor tiene muchas capas y trata muchos temas y muchos subtemas. Realmente, la gente que la ha visto incluso por segunda vez, que hay algunas personas que se han atrevido a verla por segunda vez, aunque no es fácil, me han dicho esto, que, ostia, se hablan de muchas cosas. Una es, por ejemplo, la típica crisis que podemos tener en pareja cuando te pillan un momento en que estás mal, un momento oscuro entre los dos. Otras son las decisiones que se pueden llegar a tomar en la vida, no solo las decisiones importantes, sino que a veces hay decisiones tan tontas como elegir una mesita del comedor, que puede marcar tu futuro. Hay muchas muchas tramas y subtramas, como la trama de la niña de la vecina, que eso es un problema enorme, pero que, comparado con lo que acaba siendo el problema de la mesita, pues acaba siendo irrisorio. Entonces, habla un poco de todo, pero sobre todo habla de lo que te he comentado antes un poco: de lo cruel que puede ser el destino, de que a todos nos puede pasar algo realmente malo que nos marque la vida y que no tenga solución. Entonces, a partir de aquí es una peli muy cruel, quien la vea, cuando la acabe de ver y acabe de pasarlo fatal, porque seguro que lo pasan fatal, pues que viva la vida, porque cualquier momento el destino se gira en tu contra y ahí a sufrir.
LUMBRERAS: Oye, y en la escena inicial, el mostrar a la protagonista en su parto, no sé si tenga la intención de acentuar la psicología justamente de este personaje. ¿O por qué empezar con esa escena?
Caye Casas: Bueno, sin hacer spoiler, intentaré no hacer spoiler, tú que has visto la película, piensa que empiezas con esa secuencia, que es una secuencia de la madre pariendo y gritando pero de alegría porque está teniendo su bebé, y en cambio acaba de una manera similar pero en circunstancias muy diferentes. Entonces, era como cerrar un círculo de esa historia, y creo que era una manera de cerrar lo que no todo el mundo lo pilla a la primera, pero que ya está hecho a propósito, pero que está ahí.
LUMBRERAS: Caye, he leído reseñas de que justo La mesita del comedor no es para todos los gustos, y que esa es su principal virtud, que eso es lo que la hace buena, porque justo no es para todos los estómagos. ¿Qué piensas al respecto?
Caye Casas: Sí, o sea, yo creo que con La mesita del comedor queríamos hacer una peli que quien la viese no la olvidase jamás, para bien o para mal. Sabemos que es una peli que no es para corazones sensibles, no todo el mundo la puede soportar. De hecho, en muchas salas han salido dos o tres personas de la de la función cuando pasa lo que pasa, porque no lo soportan. Entonces, es algo positivo realmente, porque nosotros con La mesita del comedor lo que queríamos era generar emociones muy fuertes y muy potentes, sin fantasmas, sin zombis, sin monstruos, sin ningún artificio del terror, simplemente con una mesita, una familia que podríamos ser cualquiera de nosotros y el destino. Y creo que eso es el gran poder de la película: que consigue generar esas emociones tan fuertes a quien la ve, y que, según seas, hay gente que se lo pasa bien y se ríe con el humor negro que hay, que lo hay, y hay gente que lo pasa fatal y hay gente que lo pasa bien, mal y con todas las sensaciones del mundo. Pero eso es lo que se busca.
LUMBRERAS: Y justo al principio mencionabas, Caye, que lo que buscaban era evitar todos estos clichés del género de terror. Entonces, ¿eso significa que descartan cualquier tipo de influencia, digamos, de otros cineastas, de otras cineastas? ¿O cómo es eso al respecto?
Caye Casas: Todo el mundo, si te dedicas al cine, todos tenemos nuestras influencias, nuestras referencias. A mí, hay directores, películas, guionistas, etcétera, pues que me influyen, y que todo lo que escribo, aunque sea inconscientemente, está influido, pero realmente para La mesita del comedor no hay ningún referente clarísimo. No dije: “quiero hacer lo que hizo tal director en esta película o de este estilo”. No, realmente fue una cosa incluso escrita desde el estómago, que nos salió muy rápida, y que no tenía una influencia clarísima. Luego, está inconscientemente las influencias que todos los directores tenemos, porque amas el cine y porque hay cantidad de directores y directoras a los que aprecias y admiras.
LUMBRERAS: Justo yo te iba a decir que ese humor que tiene la película me recuerda un poco al humor que maneja Sam Raimi en sus en sus fines, pero es una interpretación subjetiva, no quiere decir que sea acertado.
Caye Casas: Pero, bueno, no está mal dicho, porque realmente a mí me gusta Sam Raimi, a mí me gustan mucho otros directores, y quieras que no, en mi cabeza, si me quitas el poco pelo que me queda, seguro que hay partículas de todas esas películas que he ido viendo durante toda mi vida.
LUMBRERAS: ¿La mesita del comedor cómo la podrías definir: como un cuento gótico, una comedia de horror, o es inclasificable?
Caye Casas: Mira, te diré que, cuando hicimos el making of y le preguntábamos a todos los actores y alguna gente del equipo técnico que definiera La mesita del comedor con una palabra, todos o casi todos dijeron “inclasificable”. Y creo que es así. Creo que es mejor que la gente la vaya a ver sin saber nada, y se van adentrar a algo original, auténtico, inolvidable y que le va a hacer sentir muchas cosas y le va a remover por dentro como pocas películas les habrá hecho remover por dentro.
LUMBRERAS: Exactamente. Ahí está la invitación. Y gracias a la cinemateca Luis Buñuel La mesita del comedor va a tener proyecciones en la ciudad de Puebla. No sé si quieras comentar algo al respecto, Caye.
Caye Casas: Bueno, primero que estar en una cinemateca con ese nombre, si hablábamos antes de referentes o de directores que admiro, Buñuel estaría en los top, por supuesto. Aparte, hay una cosa que quiero que me pase: él tuvo que irse a México a hacer cine y ojalá pueda ir a México a hacer cine, porque tuve la suerte de estar en el Festival Macabro y realmente fue una experiencia impresionante y me vi. Vi que vuestra cultura, vuestro humor, vuestra manera de hacer es muy similar a lo que a mí me gusta y a lo que a mí me perturba también. Estar en la cinemateca Luis Buñuel pues, imagínate, es un honor, y también gracias a Alphaville, que es la distribuidora que ha apostó por La mesita y que gracias a ellos ahora se puede estar mostrando en algunos cines como este.