Distinguen a tres Tesoros Humanos Vivos

El violinista Ernesto Flores Hernández, de 86 años de edad y originario de la comunidad Santo Domingo Tonahuixtla, en San Jerónimo Xayacatlán, recibió la mañana de este martes 25 de enero el nombramiento como “Tesoro Humano Vivo” de parte de la Secretaría de Cultura de Puebla, debido a su labor de preservación de los sones tradicionales mixtecos.

El músico popular, según se dijo en el evento de entrega de este reconocimiento, conoce prácticamente todos los sones tradicionales de su región, suele tocarlos en fiestas patronales y ferias de la región, y ha preparado a varias generaciones de músicos en la técnica de los llamados “xochisones”.

Esto es lo que le ha valido el reconocimiento de “Tesoro Humano Vivo”, un nombramiento que otorgan los gobiernos federal y estatal a personas mayores de setenta años “que han contribuido a mantener vigentes las prácticas y expresiones del patrimonio cultural inmaterial en sus comunidades”, según indica la convocatoria del estímulo.

El objetivo de este, además, es “identificar y reconocer las prácticas culturales identitarias de las comunidades, así como preservar la herencia viva que permita visibilizar los saberes que guardan y fortalecer estas expresiones entre las nuevas generaciones”.

El premio de esta convocatoria consiste en 60 mil pesos, el nombramiento como tal y, a decir de Sergio Vergara Berdejo, secretario de Cultura estatal, un seguimiento por parte de la dependencia a la labor que realiza el ganador, para contribuir a la preservación de sus saberes ancestrales.

Ceremonia de entrega de los reconocimientos como “Tesoros Humanos Vivos”. Foto: Cortesía Secretaría de Cultura de Puebla

Otros ganadores

Además del músico mixteco, fueron reconocidos en la misma ceremonia Norberto Huerta Lezama y Josefina Amable Osollo, esta última de manera póstuma, pues murió hace apenas una semana, un día antes de que se notificara de su nombramiento a sus familiares.

Huerta Lezama fue reconocido por su labor en la preservación de los procesos tradicionales de la producción de sal en la región de Zapotitlán Salinas, mismos que ha inculcado a las nuevas generaciones, mientras que a Amable Osollo, de la comunidad de Taltzintan Ayotzinapa, del municipio de Cuetzalan, se le reconocen sus saberes en la partería tradicional.

Su hija María Luisa Ocotlán Amable, presente en la entrega de los reconocimientos, dijo en un acercamiento con los medios de comunicación que su madre le legó los saberes de partería, por lo que llega a atender entre tres y seis partos mensuales. Conmovida por el reconocimiento hacia su madre, la partera contó que esta técnica puede aprenderse en unos cuatro meses de capacitación, “si le echan ganas”, pero lamentó que nuevas generaciones ya no estén tan interesadas en aprenderla.

En la ceremonia, se dijo que Josefina Amable Osollo fue partera tradicional durante 49 años y llegó a ser conocida como “La abuela” por la gran cantidad de niños y niñas que ayudó a alumbrar en la región. Además, la mujer recibió capacitación formal, por lo que llegó a integrarse como partera en las filas del IMSS.

Dos artesanos más nombrados Tesoros Humanos Vivos

Hace apenas unas semanas, el 13 de enero, la Secretaría de Cultura de Puebla informó, por medio de un boletín, el otorgamiento de este mismo nombramiento a los artesanos Hilario Gregorio Pinzón y Raymundo Pérez Mendoza.

Raymundo Pérez, nacido en 1945 en el municipio de Huaquechula, fue reconocido por su labor artesanal y fabricación de ceras escamadas que se utilizan en las festividades del Día de Muertos, mientras que a Gregorio Pinzón, de Magdalena Yancuitlalpan, en el municipio de Tochimilco, se le reconoce su labor de rescate de las danzas y bordado tradicionales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *