En la planta alta del Museo Taller Erasto Cortés (7 Oriente 4, Centro), en las cuatro paredes de la sala que lleva el nombre de “Ramón Pablo Loreto Muñiz” (uno de los primeros grabadores de Puebla), lucen en su esplendor tres decenas y media de creaciones de una joven autora, entre las que destacan seres extraordinarios que revelan su fascinación por la naturaleza, el poder femenino y la sabiduría ancestral.
Es la más reciente exposición de Isabel Tello, ilustradora y artista local que poco a poco se ha ido posicionando en el gusto de propios y extraños debido al ingenio y sensibilidad plasmados en sus piezas.
Bajo el título “Late la tierra”, la creativa llena de seres “plantásticos” su colección de grabados. Los ha bautizado así probablemente en virtud del contexto en el que se desenvuelven: campo y bosque. No se requiere ser un experto en el tema o haber conocido a Isabel para deducir el profundo vínculo que la artista tiene con los universos mencionados: sus diseños hablan y narran los periplos que ha realizado a distintas comunidades indígenas de México, donde ha madurado parte de su esencia.
De ese modo, Isabel graba lo que ha observado, lo que le ha dado inspiración y lo que le ha otorgado calma o tranquilidad en medio de la vorágine digital que existe en este mundo.
“Niña caracol” es una de las piezas que flanquea la cédula introductoria y que se caracteriza por su homenaje a las mujeres mexicanas, aquellas que con su pelo trenzado hacen volar a cámara lenta las hojas de los árboles.
En la misma propuesta, Isabel muestra indicios de su vasta imaginación, pues los pétalos de las flores ubicados al pie del linóleo impreso parecen cíclopes viendo directamente a las y los visitantes.
Pasando a otras de sus obras, la que lleva por título “Tener el corazón enraizado” hace descubrir la admiración de la artista por sus orígenes, no solo familiares sino geográficos. También comparte sus pulsiones y sentires con “Las mujeres que corremos con lobos”, “Nuestra lucha es por la vida y por la dignidad” y “Amor en tiempo caracol”.
Valentía, autonomía, paciencia y cariño son algunos de los conceptos que pueden extraerse de ese trío de propuestas, aunque todo esto solo forma parte de una interpretación subjetiva, la cual variará según el bagaje personal de cada espectador.
Hacia el final de su colección, Isabel expone los grabados denominados “Soy la inmensidad del océano” y “Somos los productores de la magia”, que pueden servir como dos maneras para describir su talante artístico, debido a que la joven artista, que estudió diseño gráfico en la BUAP, tiene una profunda inspiración sin límites y se dedica a uno de los artes más antiguos del mundo, que ha llenado de encanto la historia de la humanidad.
La muestra “Late la tierra” permanecerá hasta marzo y puede disfrutarse de martes a domingo de 10 a 18 horas.