La cantante y compositora de música pop Aletya lanzó este día su más reciente material, Sala de ensayo (2022), un EP de tres canciones grabadas en vivo durante una sesión de ensayos con su banda. En esta grabación, la artista poblana vuelve a dos de sus temas más antiguos, creados en los inicios de su carrera, para mostrar su evolución como música.
Aletya explicó, durante una entrevista con LUMBRERAS, que estas grabaciones surgieron de un día de ensayo cualquiera, en el que alguno de los músicos de su banda, como es usual en sus reuniones, comenzó a grabar la sesión para después estudiar el material.
“Lo que sucedió”, cuenta Aletya a esta revista digital, “es que después me mandó las mezclas y a mí me pareció interesante publicarlas y que la gente las conociera. Aunque hay errores de grabación y de ejecución, hay una energía inédita en este disco gracias a las ganas que teníamos de tocar juntos otra vez como banda. Pasé todo 2021 tocando con otros músicos, experimenté con cuartetos de cuerdas, músicos orquestales, acústicos, y en 2022 nos volvimos a juntar, así que se dio esa energía y esa química de volver a tocar juntos. Por eso surgió este disco”.
Los temas que integran Sala de ensayo son “Y mientes”, “When do we ride into stars” y “Sunday”. Los primeros dos surgieron hace más de quince años, cuando Aletya comenzaba su carrera en la escena subterránea del rock y la música electrónica en Puebla. Aunque ambos aparecen en un demo homónimo grabado en 2006, son poco conocidos porque aquel material se distribuyó de manera limitada y solo hasta hace poco se subió a una plataforma digital.
Al escuchar ambas versiones, es notorio que Aletya ha ido evolucionando en sus intereses musicales, dando pasos desde el electropop y las secuencias creadas por computadoras hacia un sonido integrado por un ensamble de músicos que tocan instrumentos en vivo.
“Un músico debe hacer música con lo que tenga a la mano”, dice la cantante al respecto. “Creo en ello. En ese entonces tenía una computadora y hacía música programando todo, usando secuenciadores. Después tuve una guitarra acústica y fue cuando surgió ‘Champán y chocolate’. Yo creo que toda esa evolución sí es pensada, sí es para dar este paso, pero no es pose, es una necesidad de ir cambiando de instrumento, de hacer la música con lo que tienes a la mano”.
Por este espíritu de autodeterminación, Aletya, desde sus inicios, se ha involucrado en todos los procesos de la creación de su material: desde la composición, la ejecución e interpretación, los arreglos, la grabación y la producción. Con el tiempo, sin embargo, y ya con la conformación de una banda de músicos fijos que apoyan su proyecto de manera íntegra, ha aprendido a delegar a sus colaboradores aquellas tareas en las que puedan dar mejores resultados.
“Ahora tengo la fortuna de tener una banda en vivo que, además de ser amigos, son músicos formales conmigo”, dice. “Es gente que tiene mi repertorio, trabajan mis rolas y tienen delegada esa misión y las ganas de aportar algo. Ellos ya saben que para la siguiente rola van a aportar algo de este tipo para que el proyecto siga creciendo (…) Eso ha llevado a que una rola como ‘Y mientes’ pueda emocionarme a mí misma tocándola ahora, porque siento que toda mi vida había estado buscando ese sonido. Y no es que no me guste el secuenciador, era mi necesidad y todo”.
A pesar de lo anterior, Aletya sigue liderando su proyecto y es responsable de la producción de todos los aspectos de su material, aunque, dice, en ocasiones recibe suspicacias o poco reconocimiento debido a las viejas ideas de que una mujer música no puede involucrarse en todas las tareas de la grabación de un material, y de que siempre debe estar la mente maestra de un hombre detrás.
Sobre “When do we ride into stars”, Aletya señala que es un tema sobre luchar por lo que te hace feliz, sea lo que esto sea según cada quien.
“No es una canción de amor propiamente”, explica la intérprete, “es sobre seguir con tus planes adelante, hasta el fin, alcanzar las estrellas, que no es precisamente el éxito, sino aquello que haga feliz a cada quien”.
Además de su evolución musical, Aletya hace notar que también su técnica y alcance vocal ha cambiado desde aquellas versiones de 2006 hasta las de 2022. Ahora, dice, su voz tiende más hacia los graves.
“Ahora yo hago todas las voces en las canciones”, explica. “Lo que pueden esperar es que mi voz se ha expandido, ha cambiado. Cuanta más tesitura puedes abordar hacia arriba o hacia abajo, se estira la voz. Ese es el chiste de todo esto. En aquellas versiones mi voz era más aguda y ahora es un poco más grave. Ahora me gusta más el color oscuro hacia abajo, también es más natural, pero el sentimiento persiste”.
Desde hoy, puedes escuchar Sala de ensayo en plataformas digitales.