En el último bimestre de 2022, las pantallas nacionales tuvieron el estreno de El poderoso Victoria, la ópera prima del realizador mexicano Raúl Ramón. Esta cinta cuenta la historia de un grupo de personas que viven en la ciudad de La Esperanza y que deciden construir su propio tren luego de que las autoridades cancelaran la única ruta de ferrocarril que las comunicaba con otras comunidades.
Protagonizada por Damián Alcázar y Gerardo Oñate, la cinta se inscribe dentro de los subgéneros histórico y familiar, además de que tiene algunas referencias a la época de oro del celuloide en México.
Aunque se trata de la primera obra de Ramón en la silla de director, el creador ya ha sido fotógrafo y productor de otras filmaciones, lo que se evidencia en la planeación y encuadres de diversas secuencias.
En una entrevista concedida a LUMBRERAS, el cineasta destacó que obras como El poderoso Victoria no han sido vistas por las nuevas generaciones, pese a que en la última década y media se han estrenado algunas propuestas del género, entre ellas Arráncame la vida (2008) y Sonora (2018).
“Para una generación”, expuso el realizador, “esta es la primera película mexicana de época que van a ver (…) Los jóvenes no ubican o no recuerdan ninguna película de época contemporánea”.
El creador también destacó que su primer largometraje es producto de la disciplina de su equipo y el apoyo de su elenco, pues la producción no contó con fondos del gobierno federal. Pese a ello, El poderoso Victoria es dueña de un majestuoso diseño de arte, un minucioso vestuario y escenas bien logradas en las que participan decenas de extras.
“Pudimos filmar una película atractiva en la parte visual”, sostuvo Raúl Ramón, “porque fuimos disciplinados”.
En cuanto a la participación de actores prestigiados como Joaquín Cosío, Luis Felipe Tovar, Roberto Sosa o el ya referido Damián Alcázar, el director dijo que ello fue posible gracias a que les gustó el guion, pues de antemano conocían las limitaciones del rodaje, propias de una filmación independiente.
El director recordó que el argumento de El poderoso Victoria fue escrito hace una década y seleccionado en un taller de guion en el que recibió la asesoría del célebre Vicente Leñero. Ahí, el creador de Los albañiles y otras emblemáticas obras le hizo algunas sugerencias para enriquecer el relato, pero no cambió de manera sustancial la premisa.
Raúl Ramón subrayó que un importante aprendizaje que tuvo con Leñero es saber escuchar de manera respetuosa la opinión de los demás.
“Vicente estaba muy enamorado del guion”, recordó en entrevista con este medio digital, “muy enamorado de los personajes, y disfrutó mucho del humor”.
Ante el cuestionamiento de la evolución que ha tenido como persona durante la última década, pues ese es el periodo en que la producción logró ser estrenada en la pantalla grande, Ramón reconoció que era más ingenuo cuando redactó la historia original de El poderoso Victoria.
Sin embargo, resaltó que estar al frente de su primer largometraje, filmado hace tres años, le enseñó a confiar más en su instinto y a hacer cosas más arriesgadas.
Explicó que la premisa parte de su experiencia en el desierto, pues creció en el norte del país y contando los vagones de los trenes en compañía de su padre, porque esa era la única actividad que podía hacer en su infancia.
Por otra parte, indicó que no contar con el financiamiento del gobierno le dio la oportunidad de tener una gran libertad creativa y de tiempo.
El poderoso Victoria fue estrenada con más de mil copias a finales de noviembre pasado, lo que la colocó como uno de los filmes nacionales con más número de salas en tiempos pandémicos.
Una de sus principales virtudes es conjuntar de manera orgánica a talentos emergentes y actores con larga trayectoria, logrando hacer lucir a la mayoría de ellos. De igual modo, el desenlace evita el optimismo extremo y es más apegado a la realidad, pese a que casi todo el relato tiene aires de surrealismo mágico e idealismo.
A lo anterior se debe de agregar que el realizador logró sacar provecho a su elenco, en especial a Damián Alcázar, Gerardo Oñate y Roberto Sosa. Este último da vida a un hombre indígena de la región que, con un peculiar humor y una distintiva sabiduría, apoya a los pobladores de La Esperanza a lograr sus objetivos.
Por tratarse de una cinta producida por Cinépolis, se espera que en las próximas semanas esté disponible en la plataforma virtual de esa cadena exhibidora.