Esta nota fue publicada originalmente en el suplemento REVERSIBLE del portal LADO B. Puedes ver la entrada original aquí.
Son adolescentes, casi niños. Sus delgados y alargados cuerpos los delatan. Ambos son varones pero se abrazan muy de cerca. Uno coloca con cariño sus manos sobre el hombro de su compañero, mientras su cintura es rodeada por los brazos del otro, de forma más tosca, que casi lo aprieta. Son muy parecidos, hasta el color de su cabello es casi idéntico, y de ambos se desprende una cornamenta de venado, grande y ramificada. Están casi desnudos, sólo cubiertos por un par de diminutos calzoncillos azules, y sus miradas bajas y tristes acusan un cierto dejo de melancolía.
A la derecha, el artista firma con una perfecta caligrafía: “Por los amores eternos que duran poco”, frase que da título no sólo al hermoso cuadro de colores pastel, sino también a la serie en que éste se incluye, y que fue producida entre 2010 y 2011. El pintor es Nicolás Marín, Mr Poper, que concedió una entrevista para el número inaugural de REVERSIBLE.
Vivir del arte y por el arte
Nico tiene 26 años y pinta desde hace seis. No sólo pinta; siguiendo a algunos de sus ídolos más admirados, como Picasso y Dalí, ha decidido incursionar en todos los espectros de las artes visuales, como la intervención, la fotografía y el arte objeto. En octubre del año pasado tomó una decisión que le ha significado un reto enorme: dedicarse por completo al arte y hacer de esta actividad —que es su mayor pasión— también su sustento económico.
Mr Poper —seudónimo con el que siempre firma— explica que los mexicanos “no estamos acostumbrados a consumir arte”. Y el que consumimos, en su caso, es “feo” o “caro”, de ahí que sea un problema para los artistas vivir de su obra, incluso para él, que en su currículum cuenta ya con exposiciones individuales y colectivas, así como publicaciones en algunas revistas conocidas.
Recuerda que en su último trabajo asalariado —en una casa editorial donde diseñaba portadas e interiores para libros de texto—, los otros diseñadores, todos de treinta y tantos, no estaban a gusto con lo que hacían y hablaban mal de la empresa, pero debían guardarse sus palabras cuando el jefe les daba una instrucción.
“Yo preferí arriesgar todo, y ya si veo que en otros tres o cuatro años no funciona, me meteré a una empresa”, ríe. “Pero sí quisiera aprovechar este tiempo todavía de juventud”.
La honestidad como base del arte
Cuando le pregunto sobre su estilo como artista, Mr Poper es enfático al afirmar que no cree tener uno: “simplemente pinto lo que quiero pintar y hago lo que quiero hacer”. También intenta explicar sobre su proceso de creación y asegura que la censura nunca pasa por él. “Cuando decides hacer pintura, o cuando decides hacer fotografía, lo primero que tienes que entender es que debes ser honesto contigo y con tu trabajo”, recalca.
Entre lo erótico y lo perverso
A lo largo de los años que lleva haciendo arte, Mr Poper ha hecho un buen número de piezas con motivos homoeróticos, parejas de dos hombres o dos mujeres besándose, abrazándose, tocándose. Pero haciendo hincapié de nueva cuenta en la honestidad que enmarca su obra, Nico enfatiza en que ello se ha dado de forma natural.
“No puedo pasar por alto ni puedo ignorar el amor entre iguales. Es algo con lo que vivo, y finalmente me gusta el amor que se da entre hombres o entre mujeres. Si yo lo pasara por alto, regresamos a lo mismo, dejaría de ser honesto”, detalla.
Añade que “más que ser erótico, me gusta ser perverso, me gusta jugar con el morbo. La idea de dibujar a niños en calzones, por ejemplo, no es una imagen grotesca. Son caricaturas o ilustraciones de niños en calzones que no lo hacen erótico, según yo, lo hacen más una onda perversa”.
Las reacciones ante el arte gay
Cuando le pregunto si ha habido reacciones negativas hacia su obra con temática gay, recuerda una anécdota: una vez realizó una pieza para una conocida marca de vodka, donde se le pidió que no incluyera “nada de sexo, nada de weyes encuerados”.
La reacción de la presidenta del reconocido consorcio alcohólico fue peculiar: “se hace la que no ve la imagen y lo único que pregunta es ‘¿dónde vas a poner la botella?’, cosa que me dio mucha risa”.
El público que llega a las exposiciones también ha reaccionado de formas interesantes: “se tomaban fotos; de repente había tipos que decían: ‘no mames, son dos hombres y se están besando’, y se hacían bromas: ‘son tú y tu primo’. Pero es divertido”.
Algunos más: “de repente tipos que dicen: ‘eso no se puede considerar arte, estoy incitando al mal ejemplo’, y pues cosas que lo único que me provocan es risa, y el hecho de decir ‘estoy haciendo bien mi trabajo, estoy provocando un impacto en la gente, entonces lo estoy haciendo bien’”.
El inexistente movimiento de arte gay
–¿Conoces a otros artistas de aquí de Puebla o de México que aborden también contenidos homoeróticos en sus piezas?
–No. Sí conozco artistas que son homosexuales, pero su obra no tiene alguna referencia hacia eso. Son muy abstractos, y son cosas que no entiendo. En el Festival Internacional por la Diversidad Sexual seleccionaron dos piezas mías, y había un chico de Puebla que también fue seleccionado, pero no recuerdo su nombre. Su pieza era de estos mosaicos que ponen en las entradas de las puertas con sus números, y formaban un 69. Era una pieza muy abstracta pero muy chida. Solamente sé que es de Puebla pero no conozco al chico.
–¿No se ha generado una especie de movimiento o colectivo entre artistas gays en Puebla?
–En Puebla no hay, o al menos yo no me entero. En el DF quizás sí, debe de haber algunos, pero pasa que es muy cerrado: “somos nosotros tres y somos cuates desde hace 30 años”, entonces para aceptar a alguien más sí está difícil.
–¿No se generan ni contactos?
–No, yo le he escrito a artistas que no conozco en persona pero sí su obra, y en la vida me han respondido ni gracias. Nada. Somos muy celosos de nuestro trabajo, y creemos que lo que estamos haciendo es lo mejor del mundo y no nos damos chance de tener más apertura.
–¿Crees que sería positivo fortalecer vínculos entre artistas gays, o que tal vez sería algo innecesario?
–Mínimo para ver qué está creando cada uno. Creo que el hecho de compartir tanto técnicas como visiones está padre, pero creo que cada uno pinta o hace arte de diferente manera.