Con un mural, el Murep rinde homenaje a Juan O’Gorman

El multifacético y revolucionario arquitecto Juan O’Gorman fue homenajeado con la creación de un mural que plasma parte de su vida y obra y que fue inaugurado el pasado 18 de enero en el Museo Regional de Puebla (Ejércitos de Oriente y Calzada de Los Fuertes s/n), donde puede visitarse de forma permanente.

Previamente, el diseño de este mural resultó ganador del tercer lugar en el primer “Concurso de Murales Ilustrativos”, desarrollado en León, Guanajuato, en el marco de la asamblea nacional de la Federación de Colegios de Arquitectos de la República Mexicana (FCARM).

La obra, que abarca una superficie de treinta metros cuadrados, fue realizada por la artista plástica de origen suizo Shendra Stucki y el arquitecto Édgar Mones. La pieza, además, recuerda al arquitecto y pintor en su aniversario luctuoso número 42 y logró reunir las voluntades de distintas instituciones de arquitectos, artistas, restauradores y fundaciones para su instalación en el Murep, recinto inaugurado en 1976 para festejar el centenario de la batalla de Puebla y adscrito al Instituto Nacional de Antropología e Historia.

“Esta idea de instalar y pintar el mural dedicado a Juan O’Gorman por los artistas Shendra Stucki y Édgar Mones”, explicó Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla, en el evento inaugural, “surge de una idea ciudadana de una querida colega maestra en restauración, que invita a los artistas y hace las gestiones necesarias para buscarle casa a este mural. Surge también la idea porque se suman las iniciativas de la federación de colegios de arquitectos en nuestro país”.

El mural puede visitarse permanentemente en el Murep. Foto: Josué Cantorán

El legado de O’Gorman es aún visible en diversas edificaciones de la Ciudad de México y otras regiones del país y del extranjero, como es el caso de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México, uno de los edificios más fotografiados en nuestro país.

“Tenemos (su trabajo) en nuestro pensamiento cuando recordamos o recorremos la morfología de la Ciudad de México”, dijo por su parte Adriana Sandoval, directora de la fundación que lleva el nombre del arquitecto. “Ciudad Universitaria, que es uno de los proyectos más importantes de los gobiernos posrevolucionarios, un sueño para la educación popular o masiva que construye en su corazón la Biblioteca Central, construida por tres arquitectos encabezados por Juan O’Gorman”.

Sandoval añadió que busca que O’Gorman sea recordado como “un sujeto profundamente revolucionario, considerado el primer arquitecto moderno de América Latina, o al menos uno de los primeros”.

Por su habilidad para combinar diferentes disciplinas en su quehacer profesional, el nacido en Coyoacán en 1905 también es equiparado con la figura del “alarife”, antiguo oficio que hacía referencia a los maestros de obras que mezclaban distintas labores entre el arte y la edificación.

Detalles del mural diseñado por Shendra Stucki y Édgar Mones. Foto: Josué Cantorán

“En un principio”, añadió Villarruel Vázquez, “todas las actividades de la edilicia, todas las actividades dedicadas a la construcción, las hacía un alarife, que al mismo tiempo podía ser un escultor, un artista, e ir desarrollando esas actividades sin distinción, sin separarlas por ramas. Llegó un momento en la historia de la humanidad donde la arquitectura y la ingeniería se separaron (…) Juan O’Gorman vuelve a unificarlas, es el prototipo de este ser profesional que vuelve a sumar las ideas de la ingeniería y de la arquitectura”.

El acercamiento

Para Shendra Stucki, quien ha realizado trabajo de intervención en diversas plazas públicas del mundo, sobre todo con temáticas de activismo político, el trabajo de O’Gorman le resultaba desconocido. Sin embargo, se dijo muy complacida de descubrirlo, pues le encontró similitudes consigo misma.

“Me dio mucho gusto este proyecto”, expresó la artista durante la develación del mural, “porque tenemos varias cosas en común. Aparte de ser artista muralista, yo soy también muy tridimensional: hago instalación; y surrealistas ambos, porque esta realidad es bonito maquillarla un poquito; y al final, revolucionarios ambos”.

Precisamente la visión revolucionaria del artista fallecido en 1982 se ve reflejada en su arquitectura como herramienta social aplicada a la obra pública, con la que buscó beneficiar sobre todo a las clases más necesitadas del país.

La pieza representa algunas piezas emblemáticas del arquitecto. Foto: Josué Cantorán

“Narciso Bassols (secretario de Educación Pública entre 1931 y 1934)”, señaló la directora de la Fundación O’Gorman, “le dio la oportunidad de construir con el presupuesto de un millón de pesos una treintena de escuelas en la periferia de la Ciudad de México, que entonces retomaba la industrialización y engrosaba la clase obrera”.

Shendra Stucki, radicada hace cinco años en México, recordó durante una entrevista para TV BUAP el trágico desenlace de la vida de Juan O’Gorman e hizo un llamado para comprender el trabajo que hacen los artistas en la sociedad.

“Porque el pobre O’Gorman se suicidó”, lamentó la artista, “y allí hay que preguntarse un poquito qué le pasó, porque era un gran artista, muy talentoso, pero la mayoría del tiempo no somos entendidos, porque lo que hace el mundo es aplastar la empatía y la conexión que tenemos uno con el otro, mientras que el artista es lo que busca más”.

Para ver la entrevista completa de Shendra Stucki con el periodista Carlos Maceda de TV BUAP, puedes reproducir el siguiente video a partir del minuto 19:17.

El mural

La representación de emblemáticas edificaciones de O’Gorman que marcaron la iconografía mexicana del siglo XX abarcan buena parte de este mural: el estudio de Frida Kahlo y Diego Rivera con su famosa escalera y la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, considerada patrimonio mundial de la humanidad, son muestra de ello.

Además, el toque prehispánico fue otro elemento considerado por Stucki y Mones, esto al integrar a su trabajo pictórico a Tláloc, el dios de la lluvia, y Quetzalcóatl, una de las principales deidades mesoamericanas. El primero está simbolizado por una fuente en la parte superior del mural, y el segundo por un grabado en piedra situado en la base de la biblioteca universitaria.

Al centro del muro intervenido, resalta una imagen que imita uno de los autorretratos de O’Gorman en colores rojizos acompañado a un costado por el dibujo de su “casa-cueva”, una de las creaciones de las que O’Gorman se sentía más orgulloso al considerarla uno de los puntos cumbre en su carrera.

Shendra Stucki frente al mural. Foto: Cortesía INAH

“A mano libre y con buen ojo”, compartió Shendra sobre su proceso de trabajo en una entrevista con el periodista cultural Carlos Maceda de TV BUAP, “puedo resolver sin perder todo el tiempo de medir y tirar las líneas. Entonces, lo que van a ver es todo hecho a ojo y a mano libre”

Finalmente, la artista compartió a la televisión universitaria el que fue quizá el único obstáculo técnico al que se enfrentó antes de entregar el mural.

“Lo que se dificultó un poco”, dijo, “fue el fondo, que es tablarroca, y la tablarroca no está hecha para pintarla, pero bueno, el talento resuelve estas cosas”.

Para conocer más sobre las actividades del Museo Regional de Puebla y otros museos adscritors al INAH, puedes seguir sus redes sociales.

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