Construyen instalación artística con datos sobre migración

El estudio arquitectónico Abita colocó este fin de semana, en el Museo Regional de la Revolución Mexicana (6 Oriente 206, Centro), la instalación artística “Chaquiñán”, basada en datos sobre migración de México y Ecuador.

La instalación comprende tres circunferencias marcadas por mamparas de tela blanca que buscan reproducir, desde la alegoría y la abstracción de datos, la experiencia de la migración. Para ello, los integrantes del estudio, originarios de México, Ecuador e Italia, realizaron una documentación sobre los datos numéricos de la migración en los países señalados que respondieran a algunas de las siguientes preguntas: ¿cuántas personas salen de sus lugares de origen y cuántas llegan a su destino proyectado?, ¿cuánto cuesta migrar?

“Queríamos mostrar físicamente los datos de una manera visual”, explica Iván Reyes Cano, de Abita, en entrevista con LUMBRERAS, “no solo con proyecciones, sino que quisimos generar un relato de tres etapas, tres circunferencias, que nos hablan de cómo son esos procesos migratorios desde el origen: cuál es la gente que sale, cuánto cuesta llegar, cuántos se van quedando en el camino y cuántos llegan al destino”.

La longitud de las circunferencias y la altura de las mamparas aluden a los datos. Foto: Josué Cantorán

Por ello, las tres circunferencias que componen “Chaquiñán”, tituladas “origen”, “camino” y “destino”, van reduciéndose progresivamente, pues representan la cantidad de gente que decide migrar y emprende su camino, y la que finalmente logra llegar a su destino deseado, que es mucho menor.

De manera análoga, la altura de las mamparas va aumentando en cada una de las tres secciones de “Chaquiñán”, pues con ello se busca representar el costo monetario y humano que significa la experiencia de migrar.

“El proceso de cuando se empieza a elevar el tamaño y a reducir la circunferencia”, explica Iván, “es porque te cuesta cruzar. Mucha gente se va quedando en el camino. Vamos viendo que el espacio se empieza a reducir, a compactar, pero las alturas empiezan a ganar. Eso significa que la gente debe comenzar a gastar más, por terceros, en transporte, para llegar a sus destinos, en comida u hospedajes, lo cual tiene un costo humano pero también monetario”.

Según la investigación de Abita, solo 38% de los migrantes que comienzan su camino llega a su destino. El costo de transportarse, por su parte, se eleva en 153%.

También se incluyen mapeos y visualizaciones de los datos. Foto: Josué Cantorán

El suelo de la primera circunferencia de “Chaquiñán”, además, está cubierto de hojas de maíz y otras plantas, lo que hace alusión a que 64% de las personas que emprenden un viaje migratorio provienen del campo, “un dato bastante fuerte”, de acuerdo con Iván Reyes.

“Cuando vas caminando, vas oyendo el reventar de las hojas”, explica el arquitecto, “como si estuvieras en el campo. Esto te habla del origen: mucha de la gente que migra para mejorar sus condiciones de vida, ya sea de México a Estados Unidos u otras partes de Sudamérica, viene del campo”.

Además de la instalación de mamparas, “Chaquiñán” cuenta con proyecciones de visualizaciones y mapeos de los datos recabados por Abita sobre migración, realizados por Simone Grazzo, el miembro de origen italiano del despacho arquitectónico. El resto de los miembros de Abita son el ecuatoriano Kevin Aragón y el mexicano Miguel Ángel Tinoco.

“Chaquiñán”, cuyo origen etimológico hace referencia a los caminos y senderos que van dejando las cabras al caminar, es una palabra quechua que coloquialmente se utiliza como “atajo”.

La hojarasca de la primera circunferencia representa el origen campesino de la mayoría de los migrantes. Foto: Josué Cantorán

Abita busca que el espectador de “Chaquiñán” pueda recorrer la instalación en “un camino que puede ser ascendente”, según explica Iván Reyes, y pueda además “desconectarse un poco del museo, meterse en el camino del migrante, porque se pierde un poco la noción de dónde estás”.

Patio efímero

La instalación de Chaquiñán se realizó como parte de “Patio: encuentro de intervenciones efímeras”, un proyecto cultural que busca propiciar el diálogo entre el patrimonio edificado del centro histórico de Puebla y el arte contemporáneo. Cada año, Patio realiza un certamen de instalaciones artísticas que se colocan al interior de patios de casonas históricas poblanas.

La edición de Patio de este año, que tiene como tema central la migración, se realizará del 1 al 9 de octubre. La instalación de “Chaquiñán” fue parte de un programa intermedio previo al certamen central que tuvo la intención de preparar al público para el evento principal y comenzar a abrir los diálogos sobre estos temas.

“Chaquiñán” estará disponible en el Museo Regional de la Revolución Mexicana (también conocido como la casa de los hermanos Serdán) hasta el 25 de junio.

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