‘Corazones líquidos’, una comedia de enredos sobre las relaciones actuales

El montaje teatral Corazones líquidos, que se presenta los lunes de julio y agosto a las 21 horas en Puro Drama (2 Poniente 2908, Amor), recupera el clásico formato de la comedia de enredos para hablar sobre las relaciones afectivas y de pareja tal como se dan en los tiempos contemporáneos.

Escrita y dirigida por Alfredo Cruz Colín, la comedia sigue a once personajes que son inquilinos del mismo edificio de departamentos y que verán sus planes de vida frustrados cuando el dueño, Santiago (Emma Torre), decide vender el inmueble después de una decepción amorosa y con la intención de abandonar la ciudad.

De inicio, la obra va presentando escenas en las que conviven varios de estos personajes: tres amigas que discuten la abstinencia sexual y depresión de una de ellas; un hombre que contrata los servicios de un trabajador sexual a espaldas de su esposa; una mujer que cuenta a su psiquiatra sus problemas en el amor y el trabajo. En todos ellos, la constante es la insatisfacción.

La obra presenta relaciones afectivas contemporáneas. Foto: Josué Cantorán

“Lo que veíamos, y por eso el nombre de Corazones líquidos”, explica el dramaturgo Alfredo Cruz Colín en entrevista con LUMBRERAS, “nos daba mucho sentido la cuestión del amor líquido, de Bauman, pues estamos en una época donde hay muchas opciones, donde todo es una posibilidad, pero cada vez hay mayor miedo al compromiso, al largo plazo, a ponerte metas muy ambiciosas en cuestión de relaciones. Pero no es una crítica, sino plantear que esa es una situación que existe y que viven hoy las personas jóvenes y no tan jóvenes”.

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Este montaje teatral, que se estrena de manera profesional con esta temporada en el foro Puro Drama, surgió en 2019 como una obra estudiantil en el taller de teatro de la Universidad Ibero Puebla, que dirige el propio Alfredo Cruz Colín. En aquel momento, cuenta el también actor en entrevista, el primer reto era buscar una obra para once personajes —el número de estudiantes que se habían inscrito al taller ese semestre—, por lo que eventualmente se decidió por escribir un texto propio.

“En 2019 se conformó un grupo de once estudiantes”, explica el director teatral, “y yo veía a todos con una energía con la que podía llevarlos a la comedia, que no es un género muy fácil, porque se requiere ritmo, chispa, que se van consiguiendo además durante la temporada, porque es un reto. Empezamos a preguntarnos sobre los temas de los que queríamos hablar, y surgió de manera muy natural, entre todos, el tema de las relaciones de pareja”.

Corazones líquidos’ es una comedia de enredos. Foto: Josué Cantorán

Dirigidos por su profesor, los estudiantes de aquel primer grupo comenzaron a realizar ejercicios de improvisación en los que crearon personajes y situaciones de enredo entre ellos.

“En ese momento”, cuenta Alfredo, “dije: ‘creo que aquí tengo el material, no tengo que buscar una obra que quede ad hoc con estos personajes y características. Solo hay que irles dando forma a través de un guion, y eso fue lo que hicimos”.

Fue entonces que surgió la idea de utilizar el formato de la comedia de enredos, un género teatral que alcanzó su mayor prestigio en el Siglo de Oro —cuando fue cultivado hasta por Sor Juana— y que consiste en presentar una intriga llena de confusiones, malentendidos y secretos que se van desvelando eventualmente desde el humor y la comedia.

La intención de Alfredo Cruz Colín y sus actores era, sin embargo, evitar el tono aleccionador de este formato y dotarlo de un aire contemporáneo.

Se presentan once actores y actrices en escena. Foto: Josué Cantorán

“Este genero teatral se siente ya viejito”, explica el director del montaje a esta revista digital, “en el sentido de que sí, las comedias de enredo del teatro más neoclásico tenían una intención hasta moralista, buscaban instruir a la sociedad sobre cuáles eran los valores y la moral adecuada a la época. Nosotros quisimos tomar la forma y la estructura de la comedia de enredos, pero sin la intención de dogmatizar; al contrario, con la idea de mostrar la diversidad de posibilidades, los problemas a los que se enfrenta una chava, un chavo, al relacionarse, los conflictos que pueden darse”.

Y aunque este género teatral se remonta a cinco siglos en el pasado, mantiene su influencia en muchos formatos contemporáneos en el teatro, el cine y la televisión, y su naturaleza de intriga y comedia sigue apelando a un público numeroso.

“También creo que el teatro actual posmoderno”, dice Alfredo Cruz, “es riquísimo, bellísimo, pero sí creo que requiere que el espectador tenga un cierto bagaje, conocimiento o un acercamiento más conceptual al arte, pero es perfectamente válido y valioso seguir recurriendo a los formaos clásicos que pueden convocar a otro público, a otras generaciones, y que te hacen sentir bien”.

El montaje trae el humor negro a la comedia de enredos. . Foto: Josué Cantorán

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Aunque la primera temporada de Corazones líquidos cerró, aún en su etapa estudiantil, la mayoría de los estudiantes que habían participado de ella se quedó con las ganas de retomar el montaje pero ahora de manera profesional, así que tres años después, con los estudiantes ya egresados y titulados, el elenco decidió conformar un grupo independiente y reestrenar.

“La mayoría de estos estudiantes ya egresó, ya están trabajando”, explica su director, “pero se quedaron con las ganas de seguir haciendo teatro. Pensamos en remontar ya fuera de la universidad, como un grupo independiente, porque siguen interesados en la historia y sus personajes, y tenían ganas de hacer algo profesional, de enfrentarse al tema del público, de si vendrá la gente, si no vendrá, si les gustará, si saldrán contentos”.

Algunos de los actores que permanecieron en el elenco son Lorena Martínez, Rebeca De Santiago, Marijo Meza, Joanna Balderas y Andrea Sogar, mientras que los profesionales que se añadieron para completar el elenco fueron Emma Torre, Martha Martinez, Saveed Bojalil, Alejandro Tanús, Cinthya Díaz y Edgar Pérez.

En el último acto de la obra, el elenco entero se concentra en el mismo espacio, reunido en la ficción en una junta de vecinos, y los enredos se van disipando uno a uno, mientras el público atestigua, entre risas, la liquidez de los corazones contemporáneos.

Corazones líquidos se presenta todos los lunes de julio y agosto —excepto el 1 de agosto— a las 21 horas en Puro Drama. La entrada es de 200 pesos.

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