‘Epifanía’, de Tirsso Castañeda: colores y formas para generar emociones

Más de una decena de cuadros de pintura abstracta de gran formato, producida con colores vibrantes y figuras geométricas que recuerdan elementos orgánicos y fractales, es lo que conforma la exposición individual “Epifanía”, del artista poblano Tirsso Castañeda, que podrá verse en la Correduría Rosete (9 Oriente 213, Centro) hasta el 9 de abril.

A este artista, en sus grandes cuadros de magníficos colores, le interesa explorar los elementos que establecen correspondencias entre el microcosmos y el macrocosmos, entre los reinos vegetal y animal, así como utilizar el color y sus combinaciones como fuentes generadoras de sensaciones y emociones.

“Siento la necesidad”, explica el pintor en entrevista con LUMBRERAS, “de confrontarme con el color y con la forma, de confrontar una con la otra. En esencia, en mi obra hay ritualidad, movimiento, vibración. No es que pintemos cosas, todo es energía al final de cuentas, que encuentro hasta en mis sueños. Es mi necesidad de hacer lecturas mías, pero en esencia”.

En uno de los cuadros de la exposición “Epifanía”, por ejemplo, titulado “Generador de grandes ideas”, puede apreciarse una composición de amarillos y rojos que recuerda lo mismo a un árbol que a un cerebro.

“Hay una sinapsis vibracional en toda la composición”, explica el autor del cuadro, “entre amarillos y rojos, colores primarios fuertes. Se ve esta parte salvaje que de momento quiere saltar y vibrar. Siempre estamos buscando un equilibrio”.

En “Resurgir”, otro de los cuadros, puede verse, si se le mira con mucha atención, a un dios Tláloc emergiendo de las profundidades acuosas. Se le mira musgoso y poderoso en cada uno de los brazos que presenta. “Es una responsabilidad pintar un dios”, dice Tirsso, “no solo se queda en la esencia vibracional de la energía que quiere materializarse”.

El arte abstracto, muchas veces mal entendido como uno estrictamente decorativo, es para Tirsso Castañeda la oportunidad de dejar que el espectador se confronte a sí mismo en la mera contemplación de la pieza sin tener referencias específicas más que formas, colores y texturas que producen sensaciones.

“En ocasiones queramos justificarlo mucho con un discurso”, explica en entrevista. “Para mí es realista. Yo me veo ahí, porque siempre manejo elementos orgánicos donde nos reconocemos, pero para mí lo más importante es cómo te confrontas y te reconoces ante la obra de arte. Ese es el plus del arte: no te tiene que decir ni justificar su existencia. Debe confrontarte para que tú veas cómo te conectas, cómo vibras, cómo te reconoces”.

El trabajo de Tirsso Castañeda que puede verse en la exposición “Epifanía” forma parte de la búsqueda de un discurso estético que continúa en proceso. Seguirá, dice el artista, hacia donde su intuición le diga. “No sé para dónde voy a final de cuentas”, dice, “pero es una necesidad. Es como cuando Cristóbal Colón decía ‘por allá hay algo, no sé qué es, pero por ahí hay algo”.