Medusa es el nombre del proyecto fílmico con el que División Sureste, casa productora originaria de Puebla, y el cineasta Carlos Trujano buscan obtener este año la Diosa de Plata, galardón otorgado desde los sesenta por los Periodistas Cinematográficos de México (Pecime).
Seleccionada en la categoría de mejor cortometraje, Medusa se enfrenta contra otras tres realizaciones: Un mundo raro (de Eugenia Llaguno), Un balón (Gerardo Liceaga y Octavio Maya) y Cirilo (Christian Cornejo).
Descrita por su creador como un cuestionamiento a la masculinidad, la obra es protagonizada por Ángeles Cruz y Eligio Meléndez, intérpretes nacionales que ya han sido distinguidos con el premio Ariel.
“Medusa es la historia de Nora, que junto a su esposo es sometida a un programa de gobierno que está en prueba”, explicó el realizador Carlos Trujano en entrevista con LUMBRERAS. “Ella es intercambiada por un robot que no reacciona como su esposo espera y muestra hasta dónde puede llegar él”.
De acuerdo con su realizador, este cortometraje no puede ser considerado “feminista”, debido a que fue escrito, dirigido y fotografiado por hombres. Sin embargo, subrayó que sí busca cuestionar las prácticas machistas comúnmente ejercidas en este país.
De manera similar a trabajos anteriores de Trujano, tanto audiovisuales como literarios, la premisa de Medusa partió de una confrontación personal que luego generó una reflexión universal. Al respecto, el director mencionó que el machismo suele pensarse desde su forma más convencional, es decir, los actos violentos, pero recordó que este implica otras connotaciones.
Ante esto, Carlos Trujano narró que, durante el proceso de gestión de Medusa, pidió la asesoría de distintas creadoras locales y nacionales para saber si el tratamiento de los temas complejos estaba tomando un rumbo correcto. Una de las actrices consideradas al inicio de la preproducción, incluso, abandonó el proyecto por considerarlo una apología de la violencia.
Trujano decidió entonces modificar la historia y solicitó la opinión de algunas de sus amigas y mentoras, entre ellas Mayho Moreno, directora de la Compañía de Teatro de la BUAP.
“De todas las mujeres que estuvieran cerca, yo intentaba conocer su opinión”, abundó el realizador a esta revista digital. “La verdad, fue fundamental la participación de Ángeles, no solo por ser una buena actriz, sino porque el que haya aceptado es sinónimo de que el guion ya se podía filmar”.
Acerca de la selección del elenco, Trujano señaló que tuvo la oportunidad de conocer a Eligio Meléndez en el Museo Amparo, en el marco de una presentación de la cinta Sueño de otro idioma organizada por el IMACP. El realizador audiovisual aprovechó la visita del actor para platicarle la idea de su cortometraje: “Eligio ha estado desde la primera versión del guion”.
En cuanto a Ángeles Cruz, Trujano reveló que pudo generar un vínculo con ella gracias a Erick Israel, artista oriundo del Estado de México que lo ha apoyado en otras ocasiones.
Por su parte, Pedro Giunti, productor asociado del filme, destacó que Medusa fue filmada en el periodo más crítico de la pandemia de covid-19, por lo que considera a la cinta como un acto de resiliencia y una prueba del talento que se está generando en otras latitudes del país fuera de la capital.
De igual modo, el también actor hizo hincapié en que el nuevo cine mexicano provendrá de los estados del interior del país, es decir, ya no se producirá en su mayoría en la Ciudad de México.
“Poder levantarlo en un momento difícil de la sociedad nos dice que, mientras nos propongamos algo, podemos crear historias”, declaró Pedro Giunti a LUMBRERAS. “Los cortometrajes son el nuevo cine, son la gente que viene detrás, la gente que va saliendo. Justo así conocí a Carlos y así hemos conocido a muchos de nuestros colegas”.
Giunti, que tiene una amplia trayectoria teatral y es conocido por sus participaciones en series populares como Narcos: México, de Netflix, abundó que Medusa tuvo su rodaje en la ciudad de Puebla, en una sola locación, lo que facilitó la producción. Por otro lado, resaltó que cuenta con la colaboración de histriones locales como Belem López, Tania Noriega y Óscar Sergio Serrano.
Cuestionado sobre la relevancia de producir o hacer cortometrajes en México, apuntó que estos ayudan a visibilizar el trabajo de los talentos emergentes.
“Sí ha sido completamente redituable”, expresó al respecto, “no hablo en cuestión económica, sino que ha generado que pueda yo estar en otros proyectos como actor”.
Tanto Trujano como Giunti coincidieron que deberían existir más canales o plataformas para dar a conocer las películas de corto aliento que se realizan en el país. No obstante, afirmaron que en diversos festivales, los cortometrajes sí tienen el reconocimiento que se merecen, siendo prueba de esto último certámenes como el Festival Internacional del Cine de Morelia y el Shorts México.
La entrega de 2023 de las Diosas de Plata se llevará a cabo este 25 de abril, después de tres años sin realizarse. Ahí, además, se realizará un homenaje al escritor poblano Xavier Robles, fallecido el año pasado.
Carlos Trujano obtuvo su primera Diosa de Plata gracias al corto Getsemani: ESLM, mientras que su colaboración con Giunti comenzó a forjarse en 2017. Medusa fue posible gracias a la participación de Karina Rivero en la musicalización y Sofia Vázquez en el diseño sonoro.
A ellas se suman los poblanos Caro Ramos y Enrique Centeno en el diseño y supervisión de efectos visuales, el cinefotógrafo Eduardo San Martin, la diseñadora de producción Ana Mary Ramos, la directora de arte Dyann Ibargüen, así como el diseño de maquillaje y efectos de Daniela Landa.
Medusa aún no esta disponible en plataformas. Para conocer próximas proyecciones, puedes seguir las redes sociales de División Sureste.