‘De ovejas y príncipes’, teatro para niños sobre la muerte y la orfandad

La obra de teatro apta para el público infantil De ovejas y príncipes en un tren, coescrita y dirigida por Patricia Madrid y en cartelera todos los sábados hasta el 2 abril en Puro Drama (2 Poniente 2908, Amor), aborda temas complicados, como la muerte y la orfandad, a través de fábulas y relatos metaficcionales.

En ella, tres jóvenes hermanos, interpretados por Fernanda López, Aldo Obregón y Day Carrasco, viajan en un tren acompañados de su tía Augusta poco después de haber perdido a sus padres. La más pequeña de los niños aún se pregunta qué pasó con ellos, pero Augusta (Lisha Montaño) no sabe bien qué decirle. Por fortuna, el misterioso hombre que viaja en el mismo vagón que ellos (Tinko Saltink Banki) conoce una historia que los ayudará a asimilar lo que han vivido, y así se iniciará un relato fantástico que irá imbricándose con el de los niños en el tren. 

“Yo tengo un profundo respeto y admiración por los niños”, dice la dramaturga y directora teatral Patricia Madrid en entrevista con LUMBRERAS. “Me parecen las personas más sabias que existen. Son genuinos, honestos. Todos los defectos de carácter e interrelación se generan después, por la educación, el aprendizaje o imitación que puedan tener de patrones o ejemplos”.

Por ello, Patricia y la otra coautora de la obra, Paula Watson, se plantearon escribir un texto teatral que, si bien utilizara recursos lúdicos y visuales atractivos para niños y niñas, les ayudara a comprender temas complicados sin menospreciar su inteligencia ni limitar su libertad de pensamiento. No obstante, también les parecía importante hacerlo de forma amorosa, para así contrarrestar el bombardeo de violencia y cinismo tan presente en los contenidos audiovisuales a los que los niños de la actualidad tienen acceso a través de diversas plataformas digitales.

“Considero que el mejor teatro para niños”, añade la directora y también actriz, “tiene que ser muy honesto, inteligente. Eso tiene que ver con cómo nos relacionamos nosotros con nuestro propio niño, con cómo nos hubiera gustado que nos dijeran las cosas cuando éramos niños, cómo tal vez habría sido más sencillo para nosotros asumir ciertas situaciones”.

Para Patricia, quizá lo más difícil no sea que los niños entiendan el concepto de la muerte, sino que los adultos encuentren las palabras correctas para explicarlo.

Una de las escenas de De ovejas y príncipes en un tren. Foto: Josué Cantorán

La historia del montaje

Las dramaturgas Patricia Madrid y Paula Watson escribieron el texto De ovejas y príncipes en un tren en 2014, inspiradas por el cuento infantil El cuentista, del escritor inglés conocido por el pseudónimo de Saki. 

Hacia 2015, un primer montaje de esta obra, dirigido por Watson y producido por Madrid, se estrenó en la Ciudad de México y tuvo cuatro exitosas temporadas en varios recintos importantes, como los teatros Helénico, Orientación y del centro cultural Carretera 45.

En 2020, después de veinte años de vivir en la Ciudad de México, donde cultivó una exitosa trayectoria en el teatro y llegó incluso a integrarse al elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, la actriz y directora Patricia Madrid, orillada por la pandemia de covid-19, decidió volver a su ciudad natal: Puebla.

Un poco movida por la situación social que la pandemia ocasionó, Patricia decidió revisitar el texto porque encontró que estaría más vigente que nunca: cuándo sino ahora será más necesario hablar a los niños y niñas de la muerte, explicarles lo que es y cómo podemos afrontar la pérdida de un ser querido.

“Ya establecida en Puebla”, cuenta la directora del montaje, “me vino la inquietud de revisitar este texto, de volver a llevarlo a la escena con un nuevo montaje que ahora yo dirijo. Quise volver a él para encontrar nuevos mensajes, también en gran medida sabiendo que el tema principal que toca es cómo seguir adelante en la vida después de tener pérdidas de seres queridos”.

Este nuevo montaje, dirigido por Patricia Madrid, con una nueva propuesta de dirección escénica, y también con elenco, música y diseño de producción distintos, fue estrenado el pasado 12 de febrero.

Miguel Espinosa realizó el diseño de producción. Foto: Josué Cantorán

Reencontrar el teatro de Puebla

Patricia Madrid migró a la Ciudad de México a los 19 años para estudiar teatro en el CUT, de la UNAM, después de haber trabajado unos cuantos años en montajes independientes poblanos y de haber cursado dos semestres de la licenciatura en arte dramático de la BUAP, un programa entonces incipiente que no había egresado aún a su primera generación de teatreros profesionales.

Montar De ovejas y príncipes en un tren en Puebla, después de veinte años fuera de la ciudad, significó para ella un reencuentro con la escena teatral local que la sorprendió gratamente.

“Me desconecté por completo de lo que se hacía en Puebla”, reconoce la actriz, “y ahora, al volver, me sorprendo muy gratamente porque veo un movimiento teatral, veo mucha gente generando sus proyectos con discursos propios, con mucha fuerza discursiva en escena. Veo espacios independientes autosustentándose, gente haciendo comunidad y equipo para llevar a cabo proyectos independientes y sostenerlos en cartelera”.

Para la actriz, sin embargo, esto es natural, pues en las dos últimas décadas ha habido ya varias generaciones de egresados del programa de arte dramático de la BUAP, así como de los ofertados por otras escuelas, como la UDLAP, que han generado un movimiento de profesionales mucho más sólido del que conoció al irse.

“Tiene lógica que haya ahora un movimiento con distintos temas y una presencia discursiva importante en las artes escénicas”, dice. “Lo que más me impactó y gustó, y por lo que me quise subir a este tren con ellos, es la libertad y la independencia con la que trabajan, que no es algo sencillo”.

Así, con ayuda de la actriz y directora Lisha Montaño, que hace de la tía Augusta y de la reina en De ovejas y príncipes en un tren y con quien coincidió en un taller de dramaturgia, la directora Patricia Madrid reunió a un grupo de actores y profesionales del teatro de muy alto nivel para montar su obra en Puebla.

Esto es notorio en escena: los cinco actores y actrices en De ovejas y príncipes en un tren hacen un trabajo magnífico. El cuidado en la dirección y trazo de cada escena es notorio, y el diseño de producción, a cargo del escenógrafo e iluminador Miguel Espinosa, así como la música original compuesta por Aldo Obregón, terminan por redondear un trabajo sumamente profesional que culmina en una experiencia teatral muy grata para el espectador.

“Es un texto muy angelado, sensible, que genera buena vibra en general en los equipos”, explica Patricia Madrid. “Lo bonito del asunto es que a todos los integrantes nos gusta mucho el texto. La manera de aportar su trabajo, talento y tiempo también ha sido movida por el deseo genuino de que el texto esté en escena, porque sabemos que tiene mucho que decir”.

Para conocer más sobre esta obra, puedes seguir su página de Facebook o la cuenta de instagram de la compañía Aurora Teatro.

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