La cara oculta de la escritura: los ensayos de Elena Ferrante

En su nueva reseña, Alejandro Badillo comenta la colección de ensayos En los márgenes: sobre el placer de leer y escribir, de la escritora italiana Elena Ferrante, famosa por mantenerse en el anonimato pese a ser autora de grandes éxitos de ventas. Este volumen, recientemente traducido por Celia Filipetto para la editorial Lumen, funciona como una introducción a la obra de ficción de su autora y como una reflexión sobre la escritura femenina.

Es interesante la historia de la autora italiana Elena Ferrante: en una época en la que el escritor se ha vuelto una estrella, o incluso una marca, ella ha decidido ocultar su identidad y publicar a través de un seudónimo. Ferrante ha escrito varias novelas que entran en la categoría de bestsellers y han sido adaptadas posteriormente al cine. La que ha tenido más repercusión, al menos fuera de Europa, es La hija oscura, dirigida por Maggie Gyllenhaal y estrenada el año pasado en la plataforma Netflix. A la par de su trabajo en la ficción, Ferrante ha escrito ensayos en los que ofrece claves de su personalidad y de su visión de la literatura. Este género, para ella, funciona como una suerte de autobiografía y una oportunidad para mostrar, desde el anonimato, algo más que un nombre o una buena historia.

En los márgenes: sobre el placer de leer y escribir es una reunión de cuatro ensayos que tienen el formato de lecciones magistrales o conferencias. La autora fue invitada por la Cátedra Umberto Eco de la Universidad de Bolonia para relatar su experiencia con la lectura y la escritura. Para preservar el anonimato, los textos fueron leídos —interpretados— por la actriz Manuela Mandracchia en noviembre del año pasado. “La pena y la pluma”, “Aguamarina”, “Historias, yo” y, finalmente, “La costilla de Dante” son los títulos de las conferencias que al mismo tiempo funcionan como introducción a la obra de Ferrante. Cada una de estas aproximaciones sondea la biografía de quien escribe, pero también echa mano del contexto en el que se desarrolla un libro y su relación con otras obras.

Una idea que vertebra todo el volumen y que está presente, de manera más profunda, en la primera conferencia, “La pena y la pluma”, es el papel o, mejor dicho, la experiencia de la mujer mientras escribe. Tomando como punto de inicio la caligrafía y las dudas de una niña —Elena Ferrante misma— mientras se enfrenta a la página en blanco de un cuaderno, se describe la identidad que asumimos cuando escribimos ficción. Ferrante retrata sus dudas y obsesiones partiendo de su rol como mujer que escribe ficción y la gran cantidad de estereotipos que, por desgracia, aún existen con las escritoras y sus creaciones. Es común escuchar la idea de que hay una escritura “femenina”, que, por supuesto, es sensible, detallada e introspectiva. La autora trasciende esa camisa de fuerza al preguntarse quién es mientras se escribe. Por un lado, están las convenciones sociales y, por otro, la capacidad que tiene una persona para “interpretar” su escritura, es decir, diagnosticar aquellos momentos en los que las palabras se rebelan contra su creador o aquellos momentos en los que hay que dominarlas para que la historia que abordamos tenga sentido. Los márgenes, es decir, las líneas en un cuaderno que funcionan como límites, son espacios para trascender y no necesariamente prisiones del pensamiento.

Otro elemento interesante que podemos encontrar en el último texto, “La costilla de Dante”, es entender a escritores clásicos como precursores de ideas que vinieron mucho después. Mirar con nuevos ojos la tradición puede provocar descubrimientos valiosos. La conferencia, escrita por invitación de la ADI (Asociación de Italianistas) y que cerró el congreso “Dante y otros clásicos” en 2021, describe a La divina comedia como una obra en la cual el papel de la mujer —encarnado en Beatriz— superó los moldes de la Florencia medieval. Ferrante sigue el concepto de Borges —aunque nunca lo menciona explícitamente— acerca del modo de leer una obra a través de un referente moderno, y cómo este ejercicio alumbra aspectos desconocidos de libros que han sido analizados innumerables veces. Para lograrlo, como menciona en todo el texto, necesitamos comprender la importancia de la relectura y, sobre todo, de la imaginación. Dante, contrario a los héroes de la época, se representa como “varón miedoso, extraviado en la selva oscura, sujeto al llanto y al desmayo frente al dolor ajeno, salvado por una verosímil mujer florentina…”. La dama en apuros, idealizada hasta volverse irreal —un lugar común nacido de la cultura provenzal, según el ensayista suizo Denis de Rougemont—, se vuelve terrenal en Dante no sólo en su obra más famosa, sino en la Vida nueva. A través de pequeños guiños, el autor “inaugura una nueva jerarquía de lo femenino fundada en la capacidad de entender”.

En los márgenes es un libro valioso por la capacidad reflexiva que destila párrafo tras párrafo. Es, para los lectores interesados, una introducción a la obra narrativa de Elena Ferrante y, además, la entrada a lo que muchos llaman “la cocina de la escritura”. En la actualidad, el ejercicio literario —sobre todo la ficción— se ha vuelto un proceso inercial, una manufactura que sigue un formato establecido de antemano y determinado por el mercado. Comprender las dudas y certezas de una escritora como Elena Ferrante nos acerca al proceso creativo como un acto vivo y lleno de preguntas.

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